
Poema: La Espera
Este poema expresa la profunda devoción hacia Jesús y el anhelo por la llegada de la Cuaresma y Semana Santa, fechas centrales en la tradición católica guatemalteca. El autor de este texto es el Lic. Byron Valdizón Catalán, gerente general y voz institucional de Radio Estrella.
No sé cómo decirte la manera en que cuento la espera… ¿Por semanas, por días, por minutos?
Quiero que llegue y no se vaya… Simplemente quiero volver a verte, Jesús, y caminar contigo, y al conteplarte fatigado, cansado, dolido, sufriente… saber que cada día de la Cuaresma y de la Semana Santa… podré decir que lo que esperaba ha llegado.
Sí… serán días que se irán consumando entre bolutas de incienso, notas de marchas que evocan miles de recuerdos….
Domingo a domingo se irá deshojando lo que quiero que llegue y no se vaya… Así como caen las hojas de las jacarandas, se irán consumiendo los días, los turnos, las procesiones… Se irán gastando los abrazos de los amigos y las tertulias hilvanadas de recuerdos y alegrías.
Por eso, ahora que volverás a atravesar el umbral de tu templo y que con La Granadera me invitarás a doblar rodillas y a rezar… quiero también, simplemente contemplarte… verte… hablarte… orar, caminar Contigo… y humildemente, prestarte mi hombro para que, al sentir el peso de tu anda… pueda abandonarme en tu infinita misericordia…
Por eso no sé cómo contar la espera, si por días o minutos, o por cuadras recorridas bajo tu mirada, o por desvelos y madrugadas; o quizás por las jornadas llenas de sol que dejarán su huella con el paso de los días; o por las noches estrelladas, de frío o de viento fresco.
Como anhelo que llegue la Cuaresma y Semana Santa para verte, mi Jesús, en tus piadosos recorridos, entre filas de cientos de Cucuruchos, de lanceros, de naveteros, de alfombras de mil colores, de cientos de manos pintadas por el aserrín que también se serena o madruga como homenaje a tus piadosos recorridos. . . Pronto te veré, mi Señor, entre tubas y clarines, timbales y liras; toques de silencio, tzijolaj , tambor, ritmo de los marca pasos… O timbres que suenan, timoneles fatigados,… partituras que desgranan el dolor de tu pasión y también entre lágrimas de aquellos que a tu paso les aflora un recuerdo, de un ser querido que este año no te verá.
Cuento la espera por el abrazo del amigo que al esperarte también me espera. Cuento los días hechos recuerdos, donde al verte, veo a mi abuelo, recuerdo a mi madre, y hasta me recuerdo a mí mismo cuando de niño ya te amaba.
Cómo decirte la manera en que cuento la espera, si lo que espero, mi amigo, no sé si tu lo esperas; pero simplemente déjame vivir lo que anhelo que venga para que cuando termine, la espera no vuelva a hacerse tan dolorosa y tan larga.
No sé si son minutos o emociones; recuerdos o nostalgia; pero mientras llega lo que espero, ayúdame a buscar la túnica, el capirote o el casco, la paletina, el cinturón o el traje de luto penitente, y a dejar que en mi pecho …que en mi corazón, se clave como una espina, cada cartulina, cada turno, cada suspiro, cada oración… hasta llegar al final de la larga jornada, y pasando del dolor de tu muerte y saber de tu victoriosa Resurrección, pueda decir ¡Misión cumplida! Y si Tú quieres, Señor… hasta el otro año… cuando vuelva a esperar lo que tanto espero…
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