De Panchoy a la Ermita

Augusto Alejandro Roca Estrada

Estudiante de la Licenciatura en Historia, Escuela de Historia Universidad de San Carlos de Guatemala – USAC.

(Sección seleccionada del articulo “Estudio de apreciación histórica sobre la importancia de Jesús Nazareno de la Merced y Nuestra Señora de las Mercedes en el traslado de Santiago de los Caballeros a la Nueva Guatemala (1778-1978)”. Publicado en el 1er Boletín Nueva Época del Instituto de Investigaciones Históricas Antropológicas y Arqueológicas IHAA Escuela de Historia – Universidad de San Carlos de Guatemala – USAC, edición historia en el año 2024.).

Juramentación del Cabildo del Ayuntamiento al Nazareno Mercedario

El 18 de febrero de 1721 el Cabildo decide juramentar a Jesús Nazareno de la Merced como su “Patrón Jurado y Abogado en contra de las calamidades, pestes, terremotos y males espirituales”. El 28 de febrero siendo Primer Viernes de Cuaresma, a las nueve de la mañana se realizaría el acto en la capilla del Nazareno en el Templo de la Merced, acontecimiento ocurrido a los 66 años del inicio de su veneración y 4 de su consagración. El Cabildo se comprometió a asistir a la procesión de la Reseña realizada el día Martes Santo, siendo esto como acto devocional y político de renovación de la juramentación a la imagen del Nazareno Mercedario para que proteja de todo mal a la ciudad de Santiago. [1]

Imagen-de-WhatsApp-2025-07-07-a-las-12.44.32_7417503e-768x1024 De Panchoy a la Ermita

Esta juramentación sería el elemento clave para entender como la sociedad colonial necesitaba la protección directa de Dios, un amparo en las decisiones que el Cabildo tenía que tomar en el desarrollo de un desastre, como las suplicas de una ciudad que para que ese mal que los asechaba terminara pronto, ante una obra que para ellos era la perfecta representación de Jesucristo llevando la cruz al calvario, y como esto sería determinante ante cualquier calamidad, desastres naturales, problemas espirituales, que se presentaban y eran notorios en Santiago, siendo una ciudad propensa a sufrir este tipo de situaciones. Punto que sería medular para los acontecimientos que surgirían en 1773 como los posteriores, donde la situación política en el Valle de Panchoy seria complicada hasta llevarla a un conflicto donde entraría la pugna que se desarrollaría de una manera estratégica, religiosa, política e ideológica dentro de la misma sociedad que haría que se fraccionara entre dos bandos.


Los Terremotos de Santa Marta y la disputa por el traslado de la ciudad.

A 52 años de este acontecimiento, sucedieron los terremotos de Santa Marta del 29 de julio de 1773, los cuales destruyeron y causaron daños a la ciudad de Santiago, para ese entonces el capitán general del Reino de Guatemala era Don Martin de Mayorga y el Arzobispo Pedro Cortez y Larraz quienes por lo acontecido y sus diferencias políticas tuvieran roses significativos por el traslado de la ciudad a un nuevo asentamiento, Mayorga sería el líder de los Traslacionistas (quienes estaban a favor de la traslación) y Cortez y Larraz de los Terronistas (los opositores). Esta disputa la ganaría el bando traslacionista el 2 de enero de 1776, cuando el Cabildo se establece en el Valle de la Virgen y lo elige como el nuevo asentamiento, el 22 de octubre el rey Carlos III decide por célula real nombrar a este como “Nueva Guatemala de la Asunción”.
El 25 de junio de 1778 Mayorga le ordena al padre provincial Fray Simón de Acuña que la Orden Mercedaria conjuntamente con las imágenes de Jesús Nazareno de la Merced y Nuestra Señora de las Mercedes sean trasladadas al nuevo asentamiento, algunas personas que eran del bando terronista accedieron a irse con el Nazareno, como era su Patrón y Abogado al no tenerlo estarían expuestos a los desastres y no tendrían su protección directa, para ese tiempo dentro de la religiosidad arraigada de los pobladores de Santiago estaba fuertemente ligada al temor a Dios y todo los desastres eran un aviso y castigo a la vez de su vida pecadora.
La travesía del traslado al nuevo valle se iniciaría el 7 de julio de 1778 a las 6 de la mañana, combinado con la tristeza de la despedida de los pobladores que se quedaban y de los que se iban de la destruida ciudad, a las 10 de la mañana llegaron a San Lucas Sacatepéquez donde pasarían la noche, al día siguiente saldría la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes de Santiago, el cortejo haría una parada de una noche en el Pueblo de Santo Domingo Mixco (Municipio de Mixco), el 9 de julio en horas de la mañana la imagen de Nuestra Señora llegaría al pueblo para posteriormente partir, a las 6 de la tarde estando en el Valle de la Virgen se haría una parada en el convento de San Francisco de la Ermita, donde los frailes franciscanos cantan letanías, a las 9 de la noche llegaron a la Iglesia de la Merced, el 10 de julio Mayorga pidió a los frailes que descubrirán la imagen del Nazareno Mercedario para iniciar su veneración en la Nueva Guatemala de la Asunción. [3]

Dentro de las cuestiones políticas la imagen de Jesús de la Merced, fue un factor decisivo dentro de la traslación de Santiago a la Nueva Guatemala, las creencias católicas fuertes y arraigadas del siglo XVIII, combinadas con los fenómenos naturales que para ese momento no estaban demostrados científicamente, fue una motivación ideal para Mayorga en trasladar la ciudad y tener un control ideológico y político sobre la población, [4] además del control económico ya que con la evaluación donde el Cabildo decidió que el Valle de la Virgen era el indicado para el nuevo asentamiento, por sus tierras fértiles, nacimientos de agua, vías de comunicación a los puntos de importancia para el Reino de Guatemala, como la conexión al oriente (Izabal, Chiquimula, entre otros) y la importancia comercial y estratégica del terreno. 

Así iniciaría la vida en la Nueva Guatemala de la Asunción, siendo fundamental una de las devociones más arraigadas en la época colonial, que dio como lugar a una forma de entender a la sociedad tanto social, histórica, política, ideológica y religiosamente. La importancia a la veneración de Jesús de la Merced como de Nuestra Señora de las Mercedes en estos factores son una forma de comprender como la sociedad se mueve entorno a algo que viene por generación y generación, donde se muestra perfectamente la conexión humana entre la respuesta encontrada en lo divino y las situaciones tumultuosas socialmente hablando.

El Bicentenario de la Traslación.

En el año de 1978, se realizaría la conmemoración de los 200 años de traslación de Jesús de la Merced y Nuestra Señora de las Mercedes a la Ciudad de Guatemala, estas celebraciones que darían inicio con cinco novenarios de Misas del 1 al 9 de julio, seguiría con una velación el sábado 8 de julio de 19 a 24 horas, donde destacó la participación del coro y banda del Colegio San Sebastián, la participación del coro nacional de Guatemala, el coro alegría, y la declamación de poemas realizados por los ganadores de un concurso literario que se realizó para la ocasión. En el atrio de la iglesia estaría amenizando la marimba de la Municipalidad de Guatemala, venta de comidas, quema de toritos y fuegos artificiales, en un templo que estaba en avanzado proceso de reconstrucción por los daños causados por el Terremoto de San Gilberto del 4 de febrero de 1976. [5]

El domingo 9 de julio se realizaría el solemne cortejo procesional de Jesús Nazareno de la Merced y la Nuestra Señora de las Mercedes en horas de la tarde, para esta ocasión se develará una placa conmemorativa que se encuentra en la columna toral sur-oriente del templo por parte del recordado párroco Jorge R. Toruño L. S.J., y la bendición del edificio de servicios sociales de la Merced ubicados en el costado del templo en la 5ª calle y al lado del espacio conocido como Salón de Jesús.

El arte y la historia representados en las alegorías

En el arte efímero del adorno procesional para la ocasión estaría a cargo de la señorita Clarita Soto, referente de la escuela altarera guatemalteca. El adorno de Jesús Nazareno estaba representado de atrás hacia adelante, en la parte trasera estaba la representación del volcán de Agua, el Nazareno portaba una túnica de color corinto conocida como de “las Palomas” caminado en una base de terreno pedregoso donde lo flanqueaban los pabellones de la República de Guatemala y del Vaticano, además que en la base resaltan los años 1778 y 1978. Y en la parte delantera una maqueta del templo Mercedario de la Capital, dando una reinterpretación de lo que fue la travesía de la traslación desde Santiago a la Nueva Guatemala. En el adorno de Nuestra Señora de las Mercedes iba colocada en una fuente que emanaba agua haciendo alusión al título de Abogada del Agua según las disposiciones del Ayuntamiento de Santiago. [6]

Imagen-de-WhatsApp-2025-07-07-a-las-12.44.32_6b029fe9-1024x768 De Panchoy a la Ermita

La alegoría representada en el anda del Nazareno Mercedario y de Nuestra Señora de las Mercedes, no sólo manifestaba el traslado de estas imágenes hacia el nuevo asentamiento de la Ciudad de Guatemala, mostraba artísticamente la realidad de una movilización humana de un lugar a otro a causa de un terremoto que destruye la ciudad que habitaban, en la actualidad las causas de este tipo de tragedia se le conoce como desastre natural iniciado a causa del desplazamiento de las placas terrestres, y no como por la importancia de la creencia religiosa del castigo divino, algo que fue un argumento válido entre las disputas del gobierno de Mayorga y la Iglesia, siendo utilizado a favor de los intereses de la misma población que formaba el bando traslacionista que lo apoyaba, para así forzar el traslado a causa de mayor grado, se establecería una ideología estratégica por parte de Mayorga así como lo fueron las cuestiones políticas, económicas y religiosas que estuvieron involucradas.

Los habitantes que se trasladaban por un ideal en común y el temor a Dios, lo hacían a un terreno ya conocido por el Cabildo y las personas que viajaban al oriente, así el Valle de la Virgen o de la Ermita sería el punto medular para el surgimiento del cuarto asentamiento y definitivo de la ciudad “La Nueva Guatemala de la Asunción” lugar idóneo para establecer con fuerza la devoción al Patrón Jurado como a la Patrona de la Orden Mercedaria, pero también era un lugar donde la vida de estas personas provenientes desde Santiago empezarían desde cero, en las cuestiones de construcción, vivienda, negocios, vida social, política, religiosidad, entre otras. Como sus antepasados lo harían trasladándose al Valle de Panchoy en 1542, a causa de la destrucción del segundo asentamiento de la ciudad establecido en el Municipio de Ciudad Vieja, departamento de Sacatepéquez por la inundación originada por el desbordamiento del cráter del Volcán de Agua el 11 de septiembre de 1541. [7]

Manifestación social, artística y devocional durante la procesión.

En la sociedad guatemalteca resalta la participación de la feligresía en este cortejo, la elaboración de alfombras, la participación de congregaciones religiosas, sacerdotes, hermandades y asociaciones de la Capital Antigua y Mixco, quema de cohetillos, como la colocación de arcos ornamentales enfrente del Mercado Colón en la 13 Avenida. [8]

Para este punto iniciaba la lluvia, así como las premoniciones y el sincretismo impregnó en la espiritualidad católica que van de la mano, con el hecho que se le conoció como “la Procesión de los Paraguas” por las condiciones climatológicas presentadas en este día, así como tomaron como premonición del acontecimiento lo que iba representado en la alegoría del anda de la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, la torrencial lluvia se haría presente en el paso del Parque Centenario a eso de las 16 horas. [9] Este acontecimiento también servía como una forma de rogativa al Patrón Jurado que siguiera protegiendo la ciudad, como renovación del juramento por parte del Cabildo en 1721, para los devotos y devotas que aún permanecían en el cortejo, a pesar de las condiciones climatológicas del día, como de la combustionada situación que se miraba en el panorama urbano de una capital que volvía a la vida, como un reflejo de lo acontecido en Antigua Guatemala en 1773, siendo una conexión histórico-social a 200 años de diferencia entre ambas sociedades que vivían y comprendían su realidad y asimilaban las tensiones políticas y los desastres naturales de una manera distinta. La sociedad guatemalteca envuelta en lo que es la parte histórica, religiosa, artística, tradicional, al lado de dos de sus imágenes representativas desde los siglos XVI y XVII, dándose acontecimientos que la sociedad tomó como propios de su espiritualidad como de su sentimiento tradicionalista arraigado a sus costumbres y leyendas. Este evento también sirvió como consuelo espiritual y material mientras la Ciudad de Guatemala y el país se levantaba de los estragos del terremoto del 76, como de las dificultades adversas que se frecuentaban en la sociedad con el desarrollo del Conflicto Armado y la represión política. [10]


[1] Francisco De Fuentes y Guzmán, Recordación Florida – Discurso historial y demostración natural, material, militar y política del Reyno de Guatemala., 1 (Ciudad de Guatemala: Editorial Universitaria Universidad de San Carlos de Guatemala USAC, 2012), 300-301.

[2] J. Daniel Contreras R., Breve Historia de Guatemala (Guatemala: Piedra Santa, 1980), 63-64. 

[3] Luis Gerardo Ramírez Ortiz, Efemérides de la Cofradía Penitencial de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Merced 1582 – 1821, Libritos Cuaresmales de Jesús de la Merced 29 (Ciudad de Guatemala: Parroquia Nuestra Señora de La Merced, 2004), 11-18.

[4] Walter Enrique Gutiérrez Molina, Joyas del Nazareno Cinco siglos de Jesús de La Merced en el arte guatemalteco (Guatemala: Universidad Rafael Landívar, Editorial Cara Parens, 2019), 46-47. 

[5] «Imágenes de la Merced serán veladas hoy», Prensa Libre, 8 de julio de 1978. 

[6] Eduardo Andrade Abularach, Jesús de la Merced: Memorias del Siglo XX. Tercera Parte, Libritos Cuaresmales de Jesús de la Merced 27 (Ciudad de Guatemala: Parroquia Nuestra Señora de La Merced, 2002), 23. 

[7] Contreras R., Breve Historia de Guatemala, 36. 

[9] Carlos R. Díaz del Cid, Una Crónica para Recordar 1778-1978 Doscientos años del traslado a este Valle de la Ermita de las Consagradas Imágenes de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Mercedes, Libritos Cuaresmales de Jesús de la Merced 24 (Ciudad de Guatemala: Parroquia Nuestra Señora de La Merced, 1999). 17-24. 

[10] Augusto Alejandro Roca Estrada, «Estudio de apreciación histórica sobre la importancia de Jesús Nazareno de la Merced y Nuestra Señora de las Mercedes en el traslado de Santiago de los Caballeros a la Nueva Guatemala (1778-1978)», Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas Antropológicas y Arqueológicas IHAA Nueva Época Escuela de Historia – Universidad de San Carlos de Guatemala USAC, Edición Historia, n.o 1 (2024): 37-44. https://drive.google.com/file/d/1qM10yKV0OtNCVDp9r1T-75CnVezsNwvm/view?usp=drive_link

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