
El santo de la lucha contra el mal
La Medalla de San Benito
San Benito es el santo de la lucha contra el mal. La Medalla de San Benito es un sacramental muy conocido y utilizado por los fieles para invocar la protección del santo contra el mal. En una de sus caras, la medalla lleva una imagen de San Benito sosteniendo una cruz y la Santa Regla. Alrededor del margen, se lee la leyenda «Ejus in obitu nro praesentia muniamus» (Que a nuestra muerte seamos fortalecidos por su presencia).
En el reverso de la medalla, hay una cruz con las iniciales de las palabras:

«Crux Sacra Sit Mihi Lux» (La Santa Cruz sea mi luz).
«Non Draco Sit Mihi Dux» (Que el dragón no sea mi guía).
Alrededor del margen, se encuentran las iniciales de un dístico que dice:
«Vade Retro Satana, Nunquam Suade Mihi Vana — Sunt Mala Quae Libas, Ipse Venena Bibas» (Apártate, Satanás, no me sugieras tus vanidades — malvadas son las cosas que ofreces, bebe tú mismo tu veneno).
Estas inscripciones, especialmente la frase «Vade Retro Satana», son una clara invocación de protección contra las influencias demoníacas y el mal, lo que ha consolidado la reputación de San Benito como el santo de la lucha contra el mal.
La Regla de San Benito, la disciplina espiritual y la lucha contra el mal
La Regla de San Benito, que enfatiza la disciplina, el orden y la comunicación dentro de la comunidad monástica, también es fundamental en su asociación con la lucha contra el mal. La Regla busca la formación moral y espiritual de sus discípulos, lo que implica una constante batalla contra las inclinaciones pecaminosas y las tentaciones. Al preferir «nada al amor de Cristo», San Benito enseñó a sus monjes a mantener a Cristo en el centro de sus vidas, lo cual es la base para resistir el mal.
La vida monástica, tal como la concibió San Benito, el santo de la lucha contra el mal
Oración constante: La oración es el alma de todo y la principal defensa contra el mal.
Trabajo: El trabajo manual y la laboriosidad son esenciales para los monjes, lo que los mantiene alejados de la ociosidad, fuente de muchos males.
Obediencia y humildad: Estas virtudes son fundamentales para someter la propia voluntad y resistir el orgullo, que es la raíz del pecado.
Ejemplos de su vida
San Benito, al fundar el monasterio de Monte Cassino, se dedicó a la evangelización de pueblos que aún eran paganos. En un tiempo de crisis de valores y de instituciones, San Benito fue una «estrella luminosa» que ofreció remedios a una sociedad turbulenta. Su mensaje invitaba a la interioridad, a conocerse profundamente y a descubrir la aspiración a Dios, lo cual es crucial para combatir el mal desde dentro.
Además, se le atribuyen milagros y episodios en los que resistió ataques del diablo, lo que reforzó su imagen como un poderoso intercesor contra las fuerzas malignas.
Patrono de la unidad y la paz
San Benito también es un punto de referencia fundamental para la unidad europea y un recordatorio de las raíces cristianas de su cultura y civilización 4. La palabra «PAX» (paz) se utiliza para saludar a los peregrinos en la entrada de la Abadía de Monte Cassino, lo que simboliza su invitación a buscar la paz y a rechazar toda forma de violencia. Esta búsqueda de la paz, tanto interior como exterior, es una forma de combatir el desorden y el mal en el mundo.
La lucha de San Benito contra el mal se manifiesta a través de la poderosa simbología de su medalla, la disciplina espiritual de su Regla, su ejemplo de vida y su legado de paz y orden, que ofrecen a los fieles un camino para resistir las tentaciones y las influencias malignas. El santo de la lucha contra el mal.