Católico y el Halloween
La Iglesia Católica generalmente desaconseja la celebración del Halloween en su forma moderna y secularizada, enfocando la atención de los fieles en las festividades propias del calendario litúrgico: la Solemnidad de Todos los Santos el 1 de noviembre y la conmemoración de todos los Fieles Difuntos el 2 de noviembre.
Desvirtuación de su sentido original cristiano
- La víspera de Todos los Santos (31 de octubre) era un día de vigilia, preparación y ayuno para honrar a todos los santos, mártires y justos que ya gozan de la presencia de Dios.
- La fiesta moderna de Halloween se ha alejado de este enfoque, trivializando la santidad y sustituyendo la celebración de la vida eterna y la luz por la exaltación de la muerte, el miedo, lo monstruoso y lo oscuro (brujas, demonios, ocultismo, etc.).
Influencias y connotaciones contrarías a la Fe
- Aunque el origen cristiano es claro, la fiesta actual ha absorbido elementos de celebraciones paganas antiguas (como el Samhain celta, que marcaba el fin de la cosecha y donde se creía que la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se difuminaba) y se ha mezclado con la cultura de masas y el consumismo.
- Se considera que al enfocarse en la estética del terror, el mal y lo oculto, se corre el riesgo de banalizar el mal real y las fuerzas espirituales que la fe cristiana enseña a evitar. Los sacerdotes y exorcistas han advertido sobre los peligros de coquetear con el ocultismo.
Prioridad en la celebración de la Luz y la Esperanza
- El mensaje cristiano sobre la muerte es de esperanza y vida eterna, gracias a la victoria de Cristo. El católico mira la muerte no con miedo, sino con la certeza de la resurrección.
- Nuestras celebraciones de Todos los Santos y Fieles Difuntos son un tiempo para recordar, rezar y honrar a aquellos que nos precedieron en la fe, fortaleciendo la Comunión de los Santos. El enfoque está en la luz, el gozo de la santidad y la oración.
El Día de Todos los Santos (1 de noviembre) es el día de precepto.
El Día de Precepto (o Fiesta de guardar) es una solemnidad en la que los fieles católicos tienen la obligación de asistir a Misa.
- 1 de noviembre (Día de Todos los Santos): Día de Precepto.
- 2 de noviembre (Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, o Día de Muertos): No es día de precepto, aunque se anima encarecidamente a los fieles a asistir a Misa y a orar por los difuntos.
Alternativa Católica: Holywins
- Muchos católicos y parroquias promueven la celebración de «Holywins» (La Santidad Vence) como una alternativa luminosa. Esta iniciativa anima a los niños (y adultos) a disfrazarse de su santo favorito o de personajes bíblicos, reforzando el mensaje de que la santidad es la gran aventura y la meta de todo cristiano, siendo el 31 de octubre la «víspera de la victoria de los santos».
Catecismo de la Iglesia Católica CIC
La superstición es un vicio que afecta la virtud de la religión, llevando a un culto desviado a Dios.
- CIC n. 2111: «La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de alguna manera, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias.»
- Relación con Halloween: La creencia de que se debe participar en ritos o llevar ciertos disfraces para «evitar la mala suerte» o a espíritus, o el enfoque en el «truco o trato» como una práctica para apaciguar o evitar el mal, cae en la superstición.
El Catecismo prohíbe todo lo que implique buscar poderes o conocimientos fuera de la revelación de Dios y Su Providencia, y cualquier forma de honrar el mal.
- CIC n. 2116: «Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los difuntos u otras prácticas que se supone desvelan el porvenir…»
- Relación con Halloween: La fascinación con brujas, hechicería, espíritus malignos, adivinación, y la representación lúdica de demonios o figuras ocultistas, puede ser vista como una trivialización, o incluso una sutil apertura, a prácticas que la Iglesia condena.
- CIC n. 2117: «Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar las potencias ocultas para ponerlas a su servicio y disponer de un poder sobrenatural sobre el prójimo, aunque sea para procurar la salud, son gravemente contrarias a la virtud de la religión.»
- Relación con Halloween: El ambiente y la simbología de Halloween (hechizos, calderos, figuras demoníacas) están directamente asociados a esta magia y hechicería condenadas.


