
El mundo se despide del Papa Francisco
Una multitud de fieles, líderes religiosos y jefes de Estado se congregaron hoy en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al Papa Francisco, quien falleció el pasado lunes a la edad de 88 años. La solemne ceremonia fúnebre, presidida por el Cardenal Decano Giovanni Battista Re, estuvo marcada por la oración, el canto y el recuerdo del pontífice argentino, conocido por su cercanía con los más necesitados y su llamado a la justicia social.
«Hoy, con el corazón apesadumbrado, pero lleno de esperanza en la resurrección, nos despedimos de nuestro amado Papa Francisco», expresó el Cardenal Re durante la homilía, recordando la vida y el legado del pontífice. «Su humildad, su amor por los pobres y su incansable búsqueda de la paz serán un faro que guiará a la Iglesia y al mundo».
La ceremonia, que duró más de dos horas, contó con la participación de representantes de diversas confesiones religiosas, así como de líderes políticos de todo el mundo. Entre los asistentes se encontraban el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
Tras la misa, el féretro del Papa Francisco fue trasladado en procesión a la Basílica de San Juan de Letrán, donde fue sepultado en la cripta papal, siguiendo la tradición de los pontífices romanos.

Un legado de amor y servicio
Durante su pontificado, el Papa Francisco se destacó por su sencillez y su cercanía con la gente. Sus llamados a la justicia social, la defensa del medio ambiente y la promoción del diálogo interreligioso resonaron en todo el mundo.
«El Papa Francisco nos enseñó a amar y a servir a los demás, especialmente a los más vulnerables», dijo María Sánchez, una peregrina mexicana que viajó a Roma para asistir al funeral. «Su mensaje de esperanza y misericordia nos acompañará siempre».
La Iglesia continúa su camino
Tras la muerte del Papa Francisco, el Colegio Cardenalicio se reunirá en cónclave para elegir a su sucesor. La Iglesia Católica, con más de 1.300 millones de fieles en todo el mundo, continúa su camino, guiada por el legado de un pontífice que dejó una huella imborrable en la historia.
