El Nazareno de San Pedrito

Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole; “Sálvanos Señor, que perecemos” San Mateo 8:25

San Pedro las Huertas es esa aldea que encontramos aún en la Antigua Guatemala, misma que fue de gran arraigo en la época colonial; pero debido a los desastres naturales y terremotos, se toma la decisión del traslado de la ciudad al Valle de la Virgen, por lo que la aldea de San Pedro también fue trasladada, llegando a ubicarse en las periferias de la nueva ciudad.

Ya que procede de esta aldea, la capilla que se erige posteriormente recibe el mismo nombre de San Pedro las Huertas, misma que quedo bajo el resguardo de la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios, Templo el Calvario, hasta el siglo pasado.

Cuenta la tradición que el Reverendo Padre Gabriel Solares, por allá en el lejano año de 1917, tuvo una revelación de nuestro Señor Jesucristo, donde le pedía que le hiciera una imagen de él, para que fuera venerado en la Iglesia de San Pedro las Huertas, donde por medio de su imagen llevaría la paz y la bendición al barrio, por lo que el Padre Solares inicia con dicho proyecto que le encargo la Providencia.

Siendo a finales del año 1919 que el ilustre escultor Don Huberto Solís le hace entrega al Reverendo Padre Gabriel Solares, la imagen de Jesús Nazareno, quien al verlo se deslumbra, con su singular belleza, el Padre Solares, en ese entonces párroco de Nuestra Señora de los Remedios el Calvario, a la cual pertenecía la iglesia de San Pedro, coloca la imagen en el altar mayor del templo del Calvario, permaneciendo allí mientras se termina de construir su capilla en la iglesia de San Pedro las Huertas.

Jesús Nazareno de la Salvación, foto_ Amada Albizurez

La belleza de Jesús Nazareno de San Pedrito que deslumbro al Padre Solares, se observa al contemplar la bella imagen, imagen de Nuestro Señor que ve a su pueblo con una mirada de consuelo y paz, que, a pesar de tener aflicción, esos bellos ojos avellanados dan la fuerza y firmeza a los fieles que se acercan a él. La Imagen no es de gran tamaño, pero nos presenta un Nazareno con el cabello tallado que a diferencia de otros, él gira el rostro a la izquierda, resaltando sobre todo esa bella tez morena, misma que refleja que Nuestro Señor Jesucristo está unido a esta Guatemala mestiza.

Es hasta el año de 1920, en el segundo domingo de cuaresma, que, en solemne cortejo procesional, Jesús Nazareno deja la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios y se dirige a ese barrio que lo acogería con los brazos abiertos y que tiene puesta su fé en él hasta el día de hoy; la Iglesia de San Pedro lo recibió con gran jubilo y algarabía, realizando una Solemne Eucaristía, siendo el evangelio de ese día “Sálvanos Señor, que perecemos”, y al no tener un nombre que identificara al bello Nazareno, el Padre Solares durante la homilía le dice a la feligresía: “El Evangelio le está dando el nombre”, por lo que desde ese día seria conocido como Jesús Nazareno de la Salvación.

Jesús Nazareno de la Salvación ha sido testigo de la historia reciente de la Iglesia de San Pedro, siendo una de ellas cuando el excelentísimo Monseñor Mariano Rosell y Arellano arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala, constituye canónicamente a la capilla de San pedro la Huertas, en la Parroquia de San Pedro Apóstol. Al hablar de fechas importantes, sobre sale una, y es la Consagración de Jesús Nazareno de la Salvación, realizada por el excelentísimo Monseñor Oscar García Urizar un segundo domingo de cuaresma del año de 1992, siendo él uno de las pocas imágenes consagradas de “los barrios”.

Jesús Nazareno con su cabellera tallada, Foto Hermandad de San Pedrito

Debido a este gran arraigo de Jesús Nazareno de la Salvación con el barrio de San Pedrito, es que podemos observar el quinto domingo de cuaresma, el tan ya tradicional cortejo procesional de Jesús Nazareno de San Pedrito, mismo que recorre las calles del barrio de la zona 5, donde se ven desplegados el cariño que el barrio le tiene, las familias vuelven a juntarse para ver su tradicional recorrido, familias en donde sus integrantes ya han emigrado a otras partes de la ciudad, pero que siempre regresan para poder ver a su Nazareno de tez morena.

El cortejo de Jesús Nazareno de la Salvación tiene una parafernalia única de los barrios, contando con su propio escuadrón de romanos, el viacrucis y su bello mueble procesional, dichos elementos le aportan esa personalidad única al cortejo, así como el marco de perfecto para sentir ese misticismo que los grandes cortejos muchas veces no nos permiten ver, pero que en los barrios observamos, ver como las familias se sienten tan cercanas a su Nazareno, sentirlo no solo como un vecino más, sino el protector de la zona 5.

El cortejo procesional siempre estará acompañado de la Santísima Virgen de los Dolores, madre de todos los vecinos del barrio que devotamente se acercan a ella cada quinto domingo de cuaresma para poder verla y elevarle sus oraciones, la imagen de nuestra Señora, también es obra del ilustre Don Huberto Solís, ella que con los brazos abiertos nos invita a acercarnos, y con esos ojos que intuyen en lo más profundo del corazón y nos hace un llamado a la reconciliación.

Santisima Virgen de Dolores de San Pedro Apóstol, Foto Hermandad de San Pedrito

Es casi imposible hablar de Jesús de la Salvación y su cortejo del quinto domingo sin tener presente al Maestro Víctor Manuel Lara, que con las bellas notas de la memorable marcha fúnebre “A los pies del Maestro”, dejo entrever la devoción que le tenía al Nazareno del barrio de San Pedrito, dicha marcha que es reconocida dentro del pentagrama fúnebre guatemalteco, es parte de los protocolos al salir Jesús Nazareno de la Salvación en su cortejo procesional.

Son más de 100 años que el Barrio de San pedrito de la zona 5, le ha tenido veneración, arraigo, devoción y fé a su bello Nazareno, donde cada quinto domingo de cuaresma, los fieles devotos del barrio saben que “A los pies del Maestro”, pueden decir “Sálvanos, Señor”.