Cuánto mal hacen los cristianos «incoherentes» y los pastores «esquizofrénicos» que no dan testimonio alejándose así del estilo del Señor, de su auténtica «autoridad». Gira en torno a estas palabras claves la homilía matutina del Papa Francisco en la Casa Santa Marta dirigida al pueblo de Dios, un pueblo «manso» y «sabio» que tolera pero que sabe distinguir más allá de la hipocresía.
Gabriella Ceraso – Ciudad del Vaticano
«Jesús enseñaba como quien que tiene autoridad». El evangelio de Marcos (Mc 1, 21b-28) hoy relata la enseñanza de Jesús en el templo y la reacción de la gente a su manera de actuar con «autoridad», a diferencia de los escribas. Es a partir de esta comparación que el Papa se inspira para para explicar la diferencia que existe entre «tener autoridad», «autoridad interior» como el mismo Jesús, y «ejercer la autoridad sin tenerla, como los escribas», que aun siendo especialistas en la enseñanza de la ley y escuchados por el pueblo, no se les creía.