
El Papa León XIV anima a monaguillos a ser futuros sacerdotes
El Papa León XIV se reunió hoy en el Palacio Apostólico con un grupo de jóvenes monaguillos franceses que peregrinaron a Roma. Durante su encuentro, el Santo Padre les dirigió un mensaje de aliento y reflexión, destacando el rol central de la Eucaristía en la vida cristiana y la importancia de considerar la llamada al sacerdocio.
Les diré algo que deben escuchar, aunque pueda inquietarlos un poco: ¡la falta de sacerdotes en Francia, en el mundo, es una gran desgracia! ¡Una desgracia para la Iglesia!
El Pontífice calificó la Eucaristía como el «tesoro de la Iglesia» y el lugar de encuentro con el amor incondicional de Cristo, que se entrega «sin pedir nada a cambio». En este sentido, enfatizó que «la celebración de la misa salva al mundo hoy», ya que en ella Jesús continúa ofreciendo su vida y derramando su sangre por la humanidad.
Dirigiéndose a los jóvenes, el Papa los instó a no olvidar la «maravillosa vida del sacerdote» y a prestar atención a una posible vocación. Expresó su preocupación por la escasez de sacerdotes en Francia y en el mundo, calificándola como una «gran desgracia» para la Iglesia.
El Papa León XIV también les recordó la necesidad de poner a Jesús en el centro de sus vidas y considerarlo su mejor amigo, ya que solo Él tiene el poder de la salvación. Agradeció su servicio como monaguillos, exhortándolos a mantener una actitud de seriedad y dignidad en el altar para que los fieles puedan apreciar la grandeza del misterio que se celebra.
Citando un versículo de San Pedro tomado de los Hechos de los Apóstoles que dice que «no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres por el cual podamos ser salvados», el Pontífice anima a los monaguillos a no olvidar «jamás estas palabras». «Imprímanlas en si corazón y pongan a Jesús en el centro de su vida», reitera.
Finalmente, los animó a regresar a Francia más decididos que nunca a amar y seguir a Jesús, encontrando en Él «un ancla segura» para los momentos de dificultad.