El rostro histórico de la Esperanza

En el bullicioso corazón de la Ciudad de Guatemala, específicamente en la 11 calle y 1era avenida de la zona 1, se alza la Capilla del Señor de las Misericordias, un recinto de profunda devoción católica. A pesar de no ser el centro de una procesión anual masiva, la imagen del Señor de las Misericordias ha arraigado un fervor especial, particularmente entre los habitantes de los barrios tradicionales aledaños como El Gallito, El Progreso, El Bosque y La Trinidad.

Origen e Historia de la Imagen

La historia de esta venerada imagen se remonta a la época colonial. Según relata Víctor Miguel Díaz, este Cristo crucificado fue obra del escultor Vicente España y originalmente formaba parte de la estación XII del Vía Crucis en La Antigua Guatemala. Con el tiempo, fue trasladado al Hospital San Juan de Dios en 1832, donde su veneración creció exponencialmente a partir de 1910.

El nombre «Señor de las Misericordias» tiene raíces en una emotiva leyenda. Se cuenta que una madre, afligida por la muerte de uno de sus hijos y la encarcelación de otro, imploró ante la imagen. Al ver su súplica cumplida, prometió rezarle durante siete lunes consecutivos, dando origen a la tradición de devoción los días lunes.

La Capilla y su Legado

La antigua capilla del Hospital San Juan de Dios fue devastada por los terremotos de 1917. Sin embargo, la fe de los devotos permaneció intacta. A pesar de que el terremoto impidió que se realizará la bendición del nuevo templo el 1 de enero de 1918, se formó una comisión el 12 de agosto de 1918 para construir un nuevo recinto. La primera piedra se colocó el 8 de marzo de 1925, y finalmente, la capilla fue bendecida en 1933.

Otra teoría sobre el origen del nombre «Señor de las Misericordias» lo vincula a la Sociedad de las Misericordias, encargada del Cementerio San Juan de Dios. Este cementerio, fundado en 1814, era propiedad del hospital y se utilizaba para sepultar a los pacientes fallecidos. La sociedad desempeñó un papel fundamental en la administración y cuidado del cementerio, resaltando la relevancia del Señor de las Misericordias en su labor.

Tradiciones y Celebraciones

Los lunes son días de especial devoción al Señor de las Misericordias, dedicados a las ánimas del purgatorio. Los devotos encienden velas, ofrecen flores y adquieren veladoras, boletos de lotería y dulces típicos en los puestos alrededor de la iglesia. El Lunes Santo se realiza una velación solemne con elaborados arreglos florales y cortinajes, y en ocasiones pasadas, se le dedicó un telón y un concierto de marchas alusivas.

El 1 de julio, coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se celebra la fiesta patronal del Señor de las Misericordias. Esta festividad incluye un novenario preparatorio, mañanitas, misa con el Obispo, conciertos de marimba y quema de pólvora.

Procesiones Históricas

A pesar de que la imagen no sale en procesión regularmente, ha participado en siete ocasiones especiales en los últimos 100 años:

  • 1918: Traslado de la imagen a su capilla provisional.
  • 1933: Traslado al nuevo templo.
  • 1962: Centenario de la llegada a Guatemala de los Padres Paulinos y las Hijas de la Caridad.
  • 1975: Cincuentenario de la fundación de la Hermandad.
  • 1983: Bodas de oro del templo.
  • 2000: Consagración de la imagen, con un recorrido por el centro histórico.
  • 2008: Bodas de Diamante de la capilla.

La procesión del año 2000 fue especialmente significativa, recorriendo el centro histórico y visitando la Catedral Metropolitana y el templo de la Recolección. La imagen fue colocada sobre un trono procesional adornado con flores lilas y un catafalco con motivos eucarísticos, elaborado por Rosa María Rodríguez.

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Legado Musical y Devocional

El Señor de las Misericordias cuenta con varias marchas fúnebres dedicadas, entre ellas «Sagrada Misericordia» de Luis Escobar Flores, «Consagrado Señor de las Misericordias» de Ricardo Solórzano y «Plegaria al Señor de las Misericordias» de Pedro Donis Flores.

El himno al Señor de las Misericordias, presente en antiguas novenas, es una sentida plegaria por la paz y la misericordia divina.

La imagen del Señor de las Misericordias está rodeada de exvotos, testimonios de los milagros atribuidos a su intercesión. La estampa del Señor de las Misericordias, acompañada de las ánimas del purgatorio, sigue siendo utilizada en templos católicos para solicitar ofrendas y rezos, y acompaña novenarios de difuntos y esquelas, manteniendo viva la tradición y devoción a través de generaciones.

Colaboración de Pablo Rayo

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