Previo al rezo del Ángelus a partir del Evangelio del Primer Domingo de Cuaresma en el cual vemos como Jesús es tentado por el diablo el Papa Francisco nos recuerda la finalidad que el diablo tiene y está es dividir. Francisco inicia su mensaje recordándonos que Jesús antes de ser tentado, recibe el bautismo de Juan en el río Jordán, el padre le llama «mi Hijo amado» y el Espíritu Santo desciende sobre él en forma de paloma. De esta manera, afirma Francisco, el evangelio nos muestra a la santísima trinidad, las tres personas divinas unidas en el amor. Jesús dirá, agregó el Papa, que ha venido al mundo a hacernos participes de la unidad que existe entre él y el Padre. El diablo quiere apartar a Jesús del padre, quiere apartarlo de su misión de unidad para nosotros.

En su mensaje Bergoglio menciona que el diablo aprovechando la «condición humana de Jesús» encontrándose débil por el ayuno que durante cuarenta días ha mantenido, aprovechando esta situación, el diablo intenta aplicar en Él, tres «venenos» muy fuertes, para intentar detener su misión de unidad.  Francisco hace énfasis en estos tres venenos:  el apego, desconfianza y poder.

El diablo, afirma el Papa, intenta usar sobre Jesús, razonamientos persuasivos sobre el apego de las cosas y las necesidades, la desconfianza al padre y el poder en la tierra.

Al igual que lo intenta con Jesús, el diablo intenta aplicar en nosotros estos tres venenos, el apego a las cosas, la desconfianza a nuestro padre Dios y la sed de un poder vano, está tres tentaciones se presentan frecuentemente en nosotros, el diablo las emplea para dividirnos d padre y llevarnos a la soledad y la desesperación.

El papa Francisco nos invita a reflexionar el lugar que Dios padre tiene en nuestra vida, ¿recurrimos constantemente a su palabra en nuestras luchas espirituales?, Al tener un vicio o tentación que se repite ¿por qué no busco con la ayuda oportuna un versículo de la palabra de Dios que responda a este vicio? Luego cuando llegue la tentación lo recito confiando en la gracia de Cristo, probemos nos anima Francisco y así resonaba nosotros la voz benéfica de la palabra de Dios apagando las voces que se agitan dentro de nosotros.

Jesús, no dialoga con el diablo, no negocia con él, rechaza sus insinuaciones con «las palabras benéficas de la Escrituras» dijo el Papa. Citando tres frases que se contraponen a las tentaciones del diablo, que hablan de libertad respectiva a las cosas, de confianza y de servicio a Dios.

Esto nos enseña que con el diablo no se discute ni se negocia, debemos tomar la palabra de Dios como defensa contra sus tentaciones y utilizar primordialmente la fuerza de Dios que nos ayudará a vencer esos vacíos que el mal nos presenta, la palabra de Dios será nuestro mejor escudo.

Por último, el Papa nos lleva hacia nuestra madre la Virgen María, instándonos a elevar una súplica a la madre de Dios, quien ha acogido la palabra de Dios con excelentísima obediencia y humildad y de este modo a derrotado la soberbia del que nos divide y tomados de la mano de María podamos recorrer un camino victorioso de cuaresma.