Inicia el Cónclave en el Vaticano

Ciudad del Vaticano, 7 de mayo de 2025 – Bajo la resonante antífona inicial, «Suscitaré un sacerdote fiel, que obrará según los deseos del corazón de Dios», una solemne y extensa procesión marcó el inicio de la misa Pro eligendo Romano Pontifice esta mañana en la Basílica Vaticana. El Cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio Cardenalicio, presidió la emotiva ceremonia en el Altar de la Confesión, lugar que custodia los restos de San Pedro, cuyo sucesor será elegido por el Cónclave que comenzó esta tarde.

Un total de 220 cardenales, tanto electores como no electores, concelebraron la misa, incluyendo la figura del 267º Pontífice cuyo nombre aún reside en el misterio divino. Sin embargo, las plegarias y las miradas del mundo entero se dirigen ahora hacia los cardenales reunidos.

En un clima de profunda expectación, el Cardenal Re invocó la guía del Espíritu Santo, enfatizando que «rezar es la única actitud justa y necesaria» en estas horas cruciales. Su ferviente súplica resonó en la basílica: «Que sea elegido el Papa que la Iglesia y la humanidad necesitan en este momento de la historia tan difícil y complejo.»

image Inicia el Cónclave en el Vaticano

Más tarde, en sus palabras durante la homilía, el Cardenal Decano subrayó la «máxima responsabilidad humana y eclesial» que recae sobre los cardenales electores, quienes se congregarían a las 16:30 en la Capilla Sixtina para dar inicio formal al Cónclave. Calificó este acto como «una decisión de excepcional importancia», instando a los purpurados a despojarse de cualquier «consideración personal» y a tener presente únicamente «al Dios de Jesucristo y el bien de la Iglesia y de la humanidad».

Reflexionando sobre el Evangelio de Juan, proclamado en latín, donde Jesús exhorta a sus discípulos a permanecer en su amor, el Cardenal Re destacó este mandamiento «nuevo» como una fuerza ilimitada que debe moldear los pensamientos y acciones de todos los seguidores de Cristo. «El amor es la única fuerza capaz de cambiar el mundo», afirmó con convicción, recordando que la cualidad esencial de los pastores es «el amor hasta el don total de sí», complementado por «la ayuda mutua y el compromiso por la comunión eclesial y la fraternidad humana universal».

El purpurado también señaló como una tarea fundamental del futuro Sucesor de Pedro el «acrecentar la comunión»: la comunión de todos los cristianos con Cristo, así como la comunión de los obispos con el Papa y entre sí. Advirtió contra una comunión «autorreferencial», abogando por una comunión «dirigida totalmente a la comunión entre las personas, los pueblos y las culturas», velando por que la Iglesia sea siempre «casa y escuela de comunión».

Con igual énfasis, el Cardenal Re hizo un llamado a «mantener la unidad de la Iglesia en la senda trazada por Cristo a los Apóstoles». Subrayó que esta unidad, deseada por Cristo, no implica uniformidad, sino una «firme y profunda comunión en la diversidad», siempre y cuando se mantenga una «plena fidelidad al Evangelio».

Finalmente, el Decano del Colegio Cardenalicio insistió en que la elección de un Papa «no es una simple sucesión de personas, sino que es siempre el apóstol Pedro que regresa». Elevó una ferviente plegaria para que Dios conceda a la Iglesia el Papa que mejor sepa «despertar las conciencias de todos y las fuerzas morales y espirituales en la sociedad actual», marcada por un «gran progreso tecnológico» pero con una tendencia a «olvidarse de Dios».

Concluyó expresando su anhelo de que los cardenales electores, reunidos bajo la imponente mirada del Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, donde cada uno recordará «la grandeza de la responsabilidad» de depositar el Pontificado «en las manos adecuadas», logren un consenso para elegir al Papa que «necesita nuestro tiempo». El mundo aguarda con atención y esperanza el resultado de este histórico Cónclave.

Vatican News

WhatsApp
1