La Tradición del «Mico y la Paloma» en el Corpus Christi

Guatemala un país con una rica herencia celebra anualmente el Corpus Christi, una solemnidad católica que se lleva a cabo el jueves después del Domingo de la Santísima Trinidad. Esta celebración con raíces en la Edad Media y establecida en Guatemala desde los albores de la colonización, ha evolucionado a lo largo de los siglos, manteniendo algunas de sus costumbres ancestrales y adaptando otras.

Una de las tradiciones más distintivas y entrañables vinculadas al Corpus Christi en Guatemala es el intercambio de «el mico y la paloma» entre hombres y mujeres. Aunque esta costumbre ha visto una disminución en su práctica con el tiempo, todavía es posible presenciarla en el atrio de la Catedral cada Jueves de Corpus.

El periodista Jaime Córdova, reconocido por su conocimiento de las tradiciones locales, explica el simbolismo detrás de este intercambio. Según Córdova, el caballero obsequia a su amada «la paloma» como una expresión de cariño y afecto espiritual. En reciprocidad, la dama le ofrece «el mico». Este acto no solo simboliza su amor mutuo, sino que también se convierte en un recuerdo especial que atesoran hasta que, inevitablemente, se pierde. La evolución de esta tradición también se ha manifestado en los materiales utilizados para crear estas figuras, pasando de la lana y las plumas a materiales más modernos como el algodón y el plástico.

Además de «el mico y la paloma», el Corpus Christi en Guatemala se caracteriza por otros elementos culturales. La festividad incluye históricas procesiones, que han enfrentado prohibiciones y reinstalaciones a lo largo del tiempo, y su relevancia en la cultura guatemalteca se mantiene viva. La celebración se adorna con arcos triunfales, la venta de dulces típicos y la preparación de comidas tradicionales que enriquecen la experiencia de esta importante fecha en el calendario guatemalteco.