Las tres misas de Navidad
La Navidad es una época de alegría y celebración para los cristianos de todo el mundo, que conmemoran el nacimiento de Jesucristo. Una tradición arraigada en la Iglesia Católica es la celebración de tres misas distintas durante el día 24 de diciembre, cada una con un significado especial. Para entender el porqué de esta triple celebración, hemos consultado fuentes católicas y expertos en liturgia.
Raíces históricas y simbolismo:
La tradición de las tres Misas de Navidad se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Según el historiador eclesiástico Dr. Antonio López, «esta práctica se consolidó en la Edad Media, y refleja la triple dimensión de Cristo como Dios, Hombre y Rey».
El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) menciona la importancia de la Navidad como celebración del misterio de la Encarnación (CIC 1252-1253). Las tres misas, con sus diferentes horarios y significados, permiten a los fieles profundizar en este misterio y vivirlo de forma más plena.
El Misal Romano, contempla la posibilidad de celebrar tres misas distintas el 24 de diciembre, cada una con su propio evangelio. Esto se debe a la antigua tradición de la Iglesia de celebrar tres misas en Navidad, cada una con un enfoque particular en el misterio de la Encarnación.
Las tres misas y sus evangelios:
- Misa de la Vigilia o «Misa del Gallo» (se celebra por la tarde o noche del 24 de diciembre):
- Evangelio: Lucas 2, 1-14 (Anuncio del ángel a los pastores y adoración del Niño Jesús)
- Enfoque: El nacimiento histórico de Jesús en Belén y la manifestación de la gloria de Dios a los humildes.
- Misa de la Aurora (se celebra al amanecer del 25 de diciembre):
- Evangelio: Lucas 2, 15-20 (Los pastores van a Belén y encuentran al Niño)
- Enfoque: La respuesta de fe de quienes acogen el anuncio del nacimiento de Jesús y se ponen en camino para encontrarlo.
- Misa del Día de Navidad (se celebra durante el día 25 de diciembre):
- Evangelio: Juan 1, 1-18 (El prólogo de Juan: el Verbo se hizo carne)
- Enfoque: La naturaleza divina de Jesucristo, el Verbo encarnado, que viene a traer la luz al mundo.
Razones para esta triple celebración:
- Profundizar en el misterio de la Encarnación: Cada misa ofrece una perspectiva diferente sobre el nacimiento de Jesús, permitiendo a los fieles meditar en la riqueza de este misterio central de la fe cristiana.
- Simbolismo: Las tres misas representan las tres «venidas» de Cristo: en la carne en Belén, en la gracia al alma de cada creyente, y en la gloria al final de los tiempos.
- Tradición histórica: Esta práctica se remonta a los primeros siglos del cristianismo y se consolidó en la Edad Media.
Es importante destacar que:
- No es obligatorio celebrar las tres misas. La Misa del Día de Navidad es la principal y la que cumple con el precepto.
- La elección de celebrar una, dos o tres misas depende de las costumbres locales y de la disponibilidad de los fieles y sacerdotes.