En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les
dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos
los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los
que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien
los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre
como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de
gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que
hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los
ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que
ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora
reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien
de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos
profetas.»
Palabra del Señor