
LXII jornada de oración por las vocaciones
Con el tema “Peregrinos de esperanza: el don de la vida”, el Papa Francisco ha dado a conocer su mensaje para la LXII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (11 de mayo de 2025). En un texto firmado desde el Policlínico Gemelli de Roma, el Pontífice hace un llamado especial a la generosidad en la entrega de la vida y a descubrir el camino vocacional como signo de esperanza en el mundo.
Una vocación como camino de amor y servicio
El Papa Francisco destaca que la vocación es un don precioso sembrado por Dios en el corazón de cada persona, una invitación a salir de uno mismo para vivir en el amor y el servicio. «Cada vocación en la Iglesia—sea laical, al ministerio ordenado o a la vida consagrada—es un signo de la esperanza que Dios pone en el mundo y en cada uno de sus hijos», expresa el Pontífice.
En su mensaje, recuerda que en medio de las dificultades y desafíos de la vida, especialmente para los jóvenes, Dios quiere despertar la certeza de que cada uno es amado y enviado como peregrino de esperanza.
El llamado a acoger y discernir la vocación
El Santo Padre dirige un mensaje a los pastores de la Iglesia, exhortándolos a acoger, discernir y acompañar el camino vocacional de las nuevas generaciones. A los jóvenes, los anima a ser protagonistas de su propia vocación, en comunión con el Espíritu Santo, quien despierta en ellos el deseo de hacer de su vida un don de amor.
“Es necesario tomar conciencia de que el don de la vida exige una respuesta generosa y fiel”, subraya el Papa, resaltando que toda vocación, cuando es verdaderamente interiorizada, genera un impulso natural hacia el amor y el servicio, más allá de cualquier búsqueda de autoafirmación.
Vocación y esperanza: un camino compartido
Francisco reitera que vocación y esperanza están íntimamente ligadas en el plan de Dios para la alegría de cada hombre y mujer, pues todos están llamados a ofrecer su vida por los demás. En este sentido, invita a los jóvenes a discernir su propio camino vocacional dentro de la comunidad cristiana, recordando que no se trata de un proceso solitario.
“Queridos jóvenes, el mundo los empuja a tomar decisiones apresuradas, a llenar sus días de ruido, impidiéndoles experimentar un silencio abierto a Dios, que habla al corazón. Tengan el valor de detenerse, de escuchar dentro de ustedes mismos y de preguntarle a Dios qué sueña para ustedes”, exhorta el Papa.
Acompañamiento y testimonio de esperanza
El Papa también dirige unas palabras a los agentes de pastoral vocacional, instándolos a acompañar a los jóvenes con escucha y acogida respetuosa, brindándoles guías sabios capaces de ayudarles a reconocer los signos de Dios en su camino. Subraya la importancia de promover la vocación cristiana en todos los ámbitos de la vida y de la actividad humana, favoreciendo la apertura espiritual de cada persona a la voz de Dios.
En la conclusión de su mensaje, el Santo Padre resalta la necesidad de testigos de esperanza en la Iglesia y en el mundo: “Se buscan testigos de esperanza, que anuncien con su vida que seguir a Cristo es fuente de alegría”.
La LXII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones es una oportunidad para renovar el compromiso de toda la comunidad cristiana en la promoción de vocaciones y en la construcción de un mundo donde la fe y la esperanza guíen cada paso.