El Pontífice resalta la importancia del amor sobre el conocimiento y la técnica: "Sin amor, no somos nada".

Escrito el 12/09/2024
Pablo Ambrosio


Durante su homilía, el Papa Francisco reflexionó sobre una cita de la primera Carta de San Pablo a los Corintios: «El conocimiento llena de orgullo, mientras que el amor edifica». Inspirado en la impresionante arquitectura de Singapur, el Pontífice destacó que no es el dinero ni la técnica lo más importante, sino "el amor que construye". Aunque algunos puedan pensar que es una afirmación ingenua, el Papa subrayó que, si se reflexiona, es evidente que “si algo bueno existe y perdura en el mundo, es porque el amor ha prevalecido sobre el odio, la solidaridad sobre la indiferencia y la generosidad sobre el egoísmo”. De no ser así, dijo Francisco, no habría sido posible construir una metrópoli tan imponente.

El Papa insistió en que detrás de cada obra existe una historia de amor y animó a descubrirlas, ya que nada duradero surge sin amor. Asimismo, advirtió que, aunque nuestros grandes proyectos nos hagan creer que somos los creadores de nuestra propia felicidad, “sin amor no somos nada”. En este contexto, Francisco resaltó el papel fundamental de la fe, ya que confirma que Dios está en la raíz de nuestra capacidad de amar y ser amados.

El Pontífice también evocó las palabras de san Juan Pablo II durante su visita a Singapur en 1986, recordando que el amor se distingue por el profundo respeto hacia todos los seres humanos, sin importar raza o credo. Este amor, enfatizó Francisco, debe llevarnos a valorar más a nuestros hermanos y hermanas que las maravillas creadas por el hombre.

Por último, el Papa destacó que el amor que Dios nos pide se caracteriza por la generosidad hacia los necesitados, la compasión hacia los que sufren y la disposición a perdonar, llegando incluso a responder a una blasfemia con una bendición. Concluyó mencionando a María y a san Francisco Javier como ejemplos de amor incondicional y misericordia.