Religiosidad popular, Tradición y Piedad en las Fiestas de Pascua en Guatemala: la Ascensión de Cristo en los años 70 del siglo XX.
La religiosidad en Guatemala está enmarcada en un amplio abanico de tradiciones y costumbres a lo largo de todo el año litúrgico católico, revestida de diversos elementos iconográficos e iconológicos que han adquirido personalidad propia durante los largos procesos históricos que han marcado la historia de la multicultural sociedad guatemalteca.
Sin lugar a dudas, todas las fiestas de nuestros pueblos tienen connotaciones con discursos locales, que hacen que cada rito ceremonial este lleno de símbolos que, dependiendo de cada contexto histórico, se resignifiquen y se adapten a las necesidades que cada pueblo, comunidad y grupo social va obteniendo paulatinamente. De esa cuenta, la figura de Jesucristo, la Santísima Virgen Maria (en cualquiera de sus advocaciones) y los santos, van adquiriendo personalidades propias para cada uno de los diferentes sectores sociales, como materialización de la identidad de estos.
Dentro del ideario colectivo de la compleja sociedad actual, demarcada por diversas corrientes ideológicas, la religión y sus instituciones juegan un papel importante como un elemento didáctico de enseñanza de valores morales, sociales y espirituales. Para el caso de la Iglesia de Guatemala, la plástica es una herramienta útil e importante dentro de la ortodoxia, ya que con ella se pueden llevar discursos a las masas, y en consecuencia, estas se convierten en receptoras y emisoras en la praxis de esta educación visual[1].
Para Guatemala las expresiones plásticas en las fiestas religiosas han estado presentes desde tiempos de la dominación hispana que coadyuvaron a llevar el mensaje evangelizador a grandes pasos. Sin embargo, no todas llegaron alcanzar el esplendor y fausto, como es el caso de la Cuaresma, la Semana Santa y el Adviento; las cuales han persistido hasta la actualidad en nuestro país siendo estas épocas un referente a nivel nacional e internacional. La Iglesia recientemente ha procurado acrecentar la devoción alrededor de la pascua de Resurrección, que en el siglo XX decayó en grandes proporciones junto con otras celebraciones del calendario litúrgico.

Jesús Resucitado del Calvario en 1973
Entre las fiestas que se encuentran dentro de la pascua de Resurrección a Pentecostés, es la de la Ascensión de Jesús a los cielos; celebración que se ha logrado llevar a cabo en la actualidad desde el interior de los muros de la mayoría de los templos. Aunque en los primeros años de la década de los setenta del siglo XX, se desarrollaron actividades de culto público, gracias al trabajo de los encargados de las actividades de piedad popular de aquel momento.
Para los años setenta, Guatemala estaba viviendo en una época de crisis política que se vio reflejada en el control arbitrario y de opresión a través de las fuerzas armadas del Estado, estableciendo de esta manera el denominado “Conflicto Armado Interno”, donde grupos con intereses antagonistas crearon un panorama de incertidumbre dentro de la sociedad guatemalteca de aquel momento.
El conflicto forjado en los años cincuenta, específicamente en 1957 con el asesinato del Presidente Castillo Armas, llegó a tener su declinación en 1985, momento en el cual los pobladores de aquella República de Guatemala vivieron la desconfianza, la desesperanza y los constantes escándalos políticos, al escuchar y leer en las noticias sobre desapariciones diarias, amenazas, el pánico sembrado por el aparecimiento de artefactos explosivos en puntos estratégicos del territorio guatemalteco, entre otros. El tema hoy en día es poco discutido, especialmente para la zona occidental del país donde se vio mayormente afectada.
En ese hilo conductor, las tradiciones de religiosidad popular en Guatemala, especialmente los cortejos procesionales realizados entre los años sesenta, setenta y ochenta, se vieron afectados en sus expresiones plásticas. La razón pudo haber sido el Concilio Vaticano II, el cual dado el influjo del pensamiento progresivo propició una carencia de interés por mantener las formas rituales de las ceremonias publicas de fe, despojando así el aura de divinidad que rodeaba estas actividades místicas de la liturgia. [2]
La Semana Santa y algunas fiestas como las de la Inmaculada Concepción o de Guadalupe fueron en crecimiento y/o solamente se mantuvieron vigentes por la importancia que significaba para ciertos sectores del conglomerado social; pero no así las actividades de la Resurrección y las posteriores a estas, que, en pocas oportunidades son mencionadas en medios de divulgación o en documentos de la época, siguen aún sin mantener el auge semejante a las actividades mencionadas anteriormente. Sin embargo, en algunas fuentes se puede determinar el desarrollo de las labores evangelizadoras de piedad popular en honor a la fiesta de la Ascensión durante el convulso contexto del Conflicto Armado:

Jesús de los Milagros en su procesión del primer Viernes de Cuaresma de 1971
Para el año de 1971 a 1975, la Policía Nacional se encontraba inmersa en la vigilancia de toda actividad con diversos fines, ya sea por protección a la población o por registrar la participación de los grupos subversivos; individuos que estaban distribuidos en los llamados “Cuerpos”, que ocupaban ciertas jurisdicciones de la capital. Estos registraban las novedades diarias en una sección llamada “Orden de Cuerpo”[3].
Para el 21 de mayo de 1971, el Segundo Cuerpo estaba a cargo de vigilar y consignar todas las novedades ocurridas en su sector, principalmente las del centro histórico de la Ciudad de Guatemala y la zona 6 capitalina. Bajo ese panorama ocurrió que, en el libro de novedades, el sargento Eliseo Alegria Sosa, registrara a las 19:00 horas de ese día, el desarrollo de una procesión con la entonces venerada imagen de Jesús Nazareno de los Milagros del Santuario del Señor San José, precisamente por ser ese día la fiesta de la Ascensión de Cristo a los Cielos, acompañado por una banda de música, de procedencia militar, dirigida por Enrique Nery García, retornando a su templo a las 21:30 horas de esa misma noche.
En el año de 1975, 9 de mayo, nuevamente se registra el cortejo procesional con Jesús Nazareno de los Milagros en una procesión por la fiesta de la Ascensión, pero esta vez mencionada por el inspector Macabeo Pivaral, donde se menciona que dicha actividad fue autorizada hacia el encargado de la asociación de Jesús de los Milagros -Miguel Ángel Sosa Ponce- con el mismo horario de recorrido procesional de 1971, haciendo su paso por la avenida San José, 4 calle, 12 avenida y 5 calle hasta retornar a su templo. A diferencia del año setenta y uno, esta vez fue acompañado por una banda de música no militante, sino la dirigida por Basilio Chapas[4].

Jueves del Silencio de 1973, Jesús Nazareno de los Milagros de San José
En conclusión, podemos observar que las actividades de religiosidad popular en sus expresiones de piedad eran para ese momento un medio importante de esperanza, discurso religioso y social sumergido en los mares turbulentos del Conflicto armado; si bien es cierto las actividades pascuales no desaparecieron del todo gracias a las devociones importantes del pueblo, como el caso de Jesús de los Milagros, este modelo sirvió como baluarte de persistencia y reflejo de identidad de los sectores de la sociedad guatemalteca en las fiestas religiosas[5].
Por: Jorge Miguel Alvarado España – Estudiante de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Bibliografía:
AHPNG, Archivo Historico de la Policia Nacional. La Policia Nacional y sus Estructuras. Guatemala: Foto publicaciones , 2010.
Gomez Arzapalo, Ramiro, Gerardo Gonzalez reyes, y Magdalena Pachelo Regules. Cuatro miradas sobre religiosidad popular: antropologia, historia, arte y teologia. Ciudad de Mexico : Universidad Intercontinental , 2021.
Molina Gutierrez, Walter Enrique. La Resurreccion de Cristo en la sociedad y el Arte Guatemaltecos del Siglo XVI al siglo XX. Una relacion entre Historia del Arte e Historia Social . Guatemala: Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala , Octubre 2009.
Fuentes primarias consultadas
- AHPN GT PN 24-S004-1-1.20. Segundo Cuerpo, Orden de Cuerpo, Circunstanciados, 21 de mayo de 1971.No. de doc. 663134.
- AHPN GT PN 24-S004-1-1.8. Segundo Cuerpo, Orden de Cuerpo, Circunstanciados, 09 de mayo de 1971. No. De Doc. 1977844, 1977805
[1] Gomez Arzapalo, Ramiro, Gerardo Gonzalez reyes, y Magdalena Pachelo Regules. Cuatro miradas sobre religiosidad popular: antropologia, historia, arte y teologia. Ciudad de Mexico : Universidad Intercontinental , 2021.
[2] Molina Gutierrez, Walter Enrique. La Resurreccion de Cristo en la sociedad y el Arte Guatemaltecos del Siglo XVI al siglo XX. Una relacion entre Historia del Arte e Historia Social . Guatemala: Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de Guatemala , Octubre 2009. Pag. 177.
[3] AHPNG, Archivo Historico de la Policia Nacional. La Policia Nacional y sus Estructuras. Guatemala: Foto publicaciones , 2010.
[4] AHPN GT PN 24-S004-1-1.20. Segundo Cuerpo, Orden de Cuerpo, Circunstanciados, 21 de mayo de 1971.No. de doc. 663134.
[5] AHPN GT PN 24-S004-1-1.8. Segundo Cuerpo, Orden de Cuerpo, Circunstanciados, 09 de mayo de 1971. No. De Doc. 1977844, 1977805