Por: María Fernanda Barrios Álvarez
25 años de Consagración
La sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Soledad, del templo de Santo Domingo fue solemnemente consagrada el domingo 22 de febrero de 1998, por el Arzobispo de la Arquidiócesis Monseñor Prospero Penados del Barrio (+), en el Altar Mayor de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, durante la misa concelebrada por fray Carlos Amado O.P. Prior del Convento de Santo Domingo en ese año.
Ante la mirada de una gran cantidad de fieles que ocuparon la iglesia, atendiendo a la invitación realizada, Monseñor Penados pronunció unas palabras en honor a Nuestra Señora de la Soledad, realizó la oración propia de rito y procedió a ungir con el aceite santo la frente, manos y pies de nuestra madre. Seguidamente la imagen de la Virgen fue incensariada mientras se cantó el himno Te Deum.
Una vez concluida la ceremonia de consagración se dio inicio al cortejo procesional en el que la ya consagrada imagen salió a bendecir al pueblo de Guatemala. Luciendo una bella túnica y manto ricamente bordados y estrenados para esta inolvidable fecha, bajo palio como pocas veces la hemos visto, lo que la hacía ver más regia, la Santísima Virgen recorrió las principales calles del centro histórico. Ese mismo día salió en procesión la imagen del Señor sepultado en conmemoración de los 25 años de su consagración.
Detalles de la Imagen de Nuestra Señora de la Soledad
Se desconoce con exactitud la fecha en que fue tallada la escultura de Nuestra Señora de la Soledad, pero fuentes indican que se podría situar antes de 1580, pues el escultor autor de la imagen toma como referencia la obra del Pintor y grabador holandes Rogier Van Der Weyden (finales del siglo XV) lo que revela su antigüedad, utilizando como fuente el arte flamenco según relata el Doctor en historia Fernando Urquizu.
La belleza sin igual de esta imagen antigua cuenta con detalles que la hacen ser única, por lo cual ha sido también un referente y modelo para otras imágenes procesionales de la misma advocación.
- La talla es de 1.60 metros aproximadamente sin su resplandor, llegando a casi 1.80 con el mismo, convirtiéndose en una de las imágenes de la Virgen María más altas en Guatemala.
- El cuerpo que constituye a Nuestra Señora de la Soledad no posee goznes ni articulaciones en sus extremidades superiores porque originalmente era una talla completa y probablemente de estofe, transformada a de vestir en la segunda mitad del siglo XVIII acentuando su antigüedad y creación específica para ser una madre apesadumbrada en pos de un hijo muerto.
- El encarnado de Nuestra Señora de la Soledad está provisto de una palidez inusual casi etérea que la hace única en nuestro ideario religioso.
- En su cabeza una especie de toca o pañoleta tallada, en lugar de cabellera o simulación de pelo.
- Párpados amplios y bastante pronunciados y una nariz larga y afilada que parte de las cejas sin ninguna curvatura que muestra una fisonomía europea (Holanda, Bélgica)
- De ojos laqueados y no de vidrio, su conjuntiva muestra señales inflamatorias con múltiples vasos dilatados que refleja un llanto largo y profuso.
- Posee en su rostro siete lágrimas las cuales hacen referencia a cada uno de sus dolores, detalle también único por su connotación.
- Sus manos entrelazadas sostienen tres clavos, rodeándolas una delicada corona de espinas insignias de la pasión de Cristo.
Este año celebramos con gran fervor los 25 años de consagración de Nuestra Señora de la Soledad, acudamos a ella en nuestros momentos de dolor y soledad, ya que ella como buena madre entiende nuestros dolores y penas terrenales.
Este 25 de febrero saldrá en solemne procesión Conmemorativa. Ver Recorrido