San Antonio de Padua, protector de un barrio: La fiesta y procesión patronal del barrio San Antonio, zona 6 en el año 1971.
Los “barrios antañones”, como se les nombra en el dialecto popular, están inmersos dentro de una visualización de la piedad o religiosidad popular desde el siglo XX y siglo XXI, diversa a la que se profesaba en tiempos de dominación hispana y en época independentista o republicana del siglo XIX. Cada barrio, especialmente las periferias del centro histórico de la Ciudad, se conforman de estratos sociales distintos, en variados casos, por comunidades marginales como podría haber sucedido en el Barrio San Antonio de la zona 6.
Partiendo de esta premisa, se puede señalar que la religiosidad popular en los diferentes sectores estarán dentro del factor clase social; este se encuentra marcado por los elementos étnicos y culturales de la colectividad establecida alrededor de una parroquia en una determinada área territorial. Se puede hablar de un catolicismo popular -¿por qué?- la causa es que, los grupos sociales tienen símbolos que los van a incorporar y cristianizar en una figura divina de su barrio, de su comunidad y, por supuesto, de su entorno social y familiar, adaptándolos al sistema cultural católico y, en consecuencia, este proceso trascenderá de generación en generación1.
En ese sentido, la figura de San Antonio de Padua se reconfigura para las necesidades que la Iglesia estaba experimentando durante la década de los 50´s y 60´s, con el Concilio Vaticano II (1962 a 1965); la formación de grupos laicos dedicados a la catequesis y las obras sociales producía una renovación en la nueva forma de llevar el mensaje y las sagradas escrituras. El Concilio se basaba en una opción preferencial por los pobres y un compromiso de los católicos por la lucha contra la miseria y la opresión, en pro de la dignidad humana, el desarrollo y la paz 2.
A San Antonio se le reconoce como “patrón de los pobres” y, en este marco, se le colocara como uno de los baluartes para la Iglesia urbana de la capital de Guatemala del siglo XX, especialmente en las zonas donde se encontraban los oprimidos por el sistema, especialmente por las decisiones políticas que afectaron drásticamente la economía en desarrollo al realizar gastos públicos exuberantes, especialmente en los años 70´s. Por lo tanto, el discurso religioso y político que llevó la institución de la Iglesia Católica, coadyuvó a que las colectividades de estos barrios reincorporaran y cristianizaran sus propias necesidades que estaban viviendo y, a su vez, se materializaron en las nuevas devociones de la reforma o bien herederas de las antiguas devociones conservadoras.
¿Que sucedía en Guatemala en la década de los 70´s en Guatemala? En nuestro país estaba a cargo el gabinete de gobierno liderado por el coronel Carlos Arana Osorio, quien gobernó de 1970 a 1974. Las características de su gobierno, estaban demarcadas por una doble visión, como lo argumenta el historiador Rene Poitevin, por un lado, con su llegada se instaló un régimen donde estaría presente el Ejército como ente de control en el Gobierno, situación que se expandió hasta 19833. Los primeros años de aquella década, estuvo también determinada por estados de sitio, cateos, muertes de figuras políticas y la paralización sobre la ciudad de Guatemala. Paulatinamente, con estas acciones se contrajeron más secuelas en el suelo guatemalteco, como por ejemplo la instauración extrema del sistema de vigilancia en diversos sectores del casco urbano.
La vigilancia estaba a cargo de las fuerzas de seguridad civil pública, estos se encargaban de consignar las actividades diarias, entre las que se encuentran las religiosas de los barrios donde tenían a cargo su jurisdicción. El barrio San Antonio, se encontraba bajo la custodia y protección del Segundo Cuerpo de la Policía Nacional, ya que la sede policial y presidio colindaba con la parroquia de San Antonio de Padua y, simultáneamente las construcciones que ocupaban los antiguos territorios que ocupó alguna vez las tierras del Convento de Nuestra Señora de las Mercedes desde el 2 de mayo de 1890 formaban parte de toda el área mencionada4.
Como en cada conjunto habitacional, la identidad de un barrio se va a definir por medio de las tradiciones y los actos rituales de piedad pública, tanto en la praxis de la religión y religiosidad oficial, como de la religiosidad popular. En el mes de junio, el barrio de San Antonio en la zona 6 tendrá dentro su idiosincrasia el fervor al Santo de Padua, su protector desde el siglo XX, referencia en el ideario colectivo urbano de la Ciudad de Guatemala.
La analogía, fiesta y colorido se puede patentizar en documentos del año 1971. El 13 de junio del citado año, el Segundo Cuerpo de la Policía Nacional informa a los Superiores del Ramo las novedades del día en una lista dirigida al director de la Policía Nacional y firmada por Raúl Edmundo Barrientos Alarcón, segundo jefe del Segundo Cuerpo de la Policía Nacional, a las cinco de la mañana5.
En dicha fuente se constata la conformación de un comité de festejos dedicados al santo patrón del barrio. Para ello se organizaron actividades de diversa índole:
…”comenzó a las ocho de la noche con una coronación de “Reina de la feria” y “Flor de la feria”, que, para esta oportunidad, las elogiadas fueron Judith Alemán y Blanca Avisurez, respectivamente. Los festejos estuvieron amenizados por la marimba de la Fuerza Aérea dirigida por Pastor Gabriel Mencos, un conjunto de cuerdas conocido para ese entonces como “Blue Birds”, dirigida a su vez por Eduardo Moreno Castellanos, finalizando la musicalización con otro conjunto de cuerdas, titulado “Hicson”, que dirigió Ricardo Marroquín, finalizando a las dos de la mañana del día trece, quedando así, inaugurada la feria del barrio6”.
En el mismo documento se hace referencia al cortejo procesional en honor a San Antonio, donde el agente Fidel Reyna Solís, rindió parte a la Oficina de Orden, informando que la procesión salió con las licencias correspondientes de la Gobernación departamental y razonada por la Dirección General de la Policía Nacional en el numeral 2230, al párroco del templo Víctor Manuel Ruiz.
El cortejo recorrió las calles del barrio desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 del medio día sin novedades, amenizada por la banda de música de viento que dirigió Javier Ramírez Navas 7.
De esta forma, observamos como la devoción, fervor y piedad a San Antonio en Guatemala se ha transformado por los contextos históricos, pero sigue vigente en la memoria colectiva de una sociedad, de un poblado o de un barrio que sigue visibilizando a los santos como protectores contra los males sociales, políticos, económicos y espirituales; pero que también son refuerzos de esperanzas de la lucha cotidiana de un futuro mejor los cuales se reflejan en las actividades de religiosidad popular desde los antañones barrios de nuestra ciudad capital.
Por Jorge Miguel Alvarado España, estudiante de Historia de la USAC.
Referencias:
1 Casas Garcia, Juan Carlos. «La religiosidad popular: algunas precisiones conceptuales y consideraciones en el magisterio eclesiastico latinoamericano.» En Cuatro miradas sobre la religiosidad popular: antropologia, historia, arte y teologia., de Ramiro Alfonso Gomez Arzapalo Dorantes, Magdalena Pacheco Regules y Gerardo Gonzalez Reyes, 346. Mexico : Universidad Intercontinental UIC, 2001.
2 Poitevin, Rene. «La Iglesia Catolica y la Juventud. El secuestro del arzobispo y sus consecuencias.» En Compendio de la Historia de Guatemala. 1944 – 2000, de Rene Poivein, y otros, 41. Guatemala: Centro de Impresiones Graficas CIMGRA, 2004.
3 Poitvein, Rene. «El periodo de Carlos Arana Osorio (1970-1974).» En Comprendio de la Historia de Guatemala. 1944-2000, de Gustavo (editor general) Berganza, 45. Guatemala: Centro de Impresiones Graficas, 2004
4 Nacional, Archivo Historico de la Policia. Segundo Cuerpo. En La Policia Nacional y sus estructuras. Pag. 173. Guatemala: Foto Publicaciones, 2010.
5 AHPN. Fondo 24, subfondo 05, serie S004, caja 240879, legajo 1, sublegajo 1.13, fecha 13 de junio de 1971. Pag.1.
6 AHPN. Fondo 24, subfondo 05, serie S004, caja 240879, legajo 1, sublegajo 1.13, fecha 13 de junio de 1971. Pag.3.
Bibliografía:
Casas Garcia, Juan Carlos. «La religiosidad popular: algunas precisiones conceptuales y consideraciones en el magisterio eclesiastico latinoamericano.» En Cuatro miradas sobre la religiosidad popular: antropologia, historia, arte y teologia., de Ramiro Alfonso Gomez Arzapalo Dorantes, Magdalena Pacheco Regules y Gerardo Gonzalez Reyes, 346. Mexico : Universidad Intercontinental UIC, 2001. Poitevin, Rene. «La Iglesia Catolica y la Juventud. El secuestro del arzobispo y sus consecuencias.» En Compendio de la Historia de Guatemala. 1944 – 2000, de Rene Poivein, y otros, 41. Guatemala: Centro de Impresiones Graficas CIMGRA, 2004.
Poitvein, Rene. «El periodo de Carlos Arana Osorio (1970-1974).» En Comprendio de la Historia de Guatemala. 1944-2000, de Gustavo (editor general) Berganza, 45. Guatemala: Centro de Impresiones Graficas, 2004.
Fuente primaria consultada:
AHPN. Fondo 24, subfondo 05, serie S004, caja 240879, legajo 1, sublegajo 1.13, fecha 13 de junio de 1971. Pag.1-5
7 AHPN. Fondo 24, subfondo 05, serie S004, caja 240879, legajo 1, sublegajo 1.13, fecha 13 de junio de 1971. Pag.5