San Francisco de Asís

San Francisco de Asís (nacido como Giovanni di Pietro di Bernardone, c. 1181/1182 – 1226) es una de las figuras más importantes de la historia del cristianismo y un modelo de santidad venerado en todo el mundo. Su vida de pobreza radical, servicio a los más necesitados, y amor incondicional por la Creación de Dios sirvieron como un poderoso llamado a la renovación evangélica en un momento de crisis para la Iglesia.

Del Lujo a la Pobreza

Nacido en Asís, Italia, Francisco era hijo de un rico comerciante de telas. Tuvo una juventud acomodada, llena de diversiones y ambiciones. Sin embargo, tras participar en una guerra y sufrir una enfermedad grave, su vida dio un giro espiritual profundo alrededor de 1205. Este proceso de conversión lo llevó a renunciar públicamente a la herencia y a los bienes de su padre frente al obispo de Asís. Este acto, según las fuentes católicas, simbolizó su decisión de «casarse con la Dama Pobreza» y seguir el Evangelio de forma literal.

Un momento clave fue cuando escuchó el Evangelio de San Mateo (10, 7-10), donde Jesús instruye a sus apóstoles a ir a predicar sin llevar oro, plata, provisiones, ni dos túnicas. Francisco reconoció en esas palabras el programa de vida que estaba buscando. A partir de entonces, se dedicó a la meditación, la oración y al servicio directo de los leprosos, abrazando la humildad y la sencillez en su máxima expresión.

Fundador y Místico

La principal obra de San Francisco fue la fundación de la Orden de los Frailes Menores (los franciscanos) en 1209, cuyo estilo de vida basado en la pobreza absoluta y la predicación itinerante recibió la aprobación oral del Papa Inocencio III. Su mensaje de «Paz y Bien» se expandió rápidamente, atrayendo a muchos seguidores. Además, junto con Santa Clara de Asís, fundó la Segunda Orden (las Clarisas) para mujeres contemplativas, y la Tercera Orden (hoy la Orden Franciscana Seglar) para los laicos que deseaban vivir el ideal franciscano sin abandonar su vida cotidiana.

Otros aspectos fundamentales de su obra y legado incluyen:

  • El Cántico de las Criaturas: Escrito hacia el final de su vida, es una de las primeras obras maestras de la literatura italiana y un himno de alabanza a Dios a través del Hermano Sol, la Hermana Luna, el Hermano Fuego y todas las criaturas. Por esta profunda conexión con la naturaleza, San Juan Pablo II lo proclamó Patrono de los Ecologistas.
  • La Institución del Pesebre: Se le atribuye la creación del primer pesebre viviente en Greccio, Italia, en 1223, con el fin de ayudar a las personas a contemplar la humildad del nacimiento de Jesús, una tradición que se extendió por todo el mundo.
  • Los Estigmas: Dos años antes de su muerte, en 1224, la Iglesia atestigua que Francisco recibió los estigmas (las cinco llagas de Cristo) en el Monte Alvernia, convirtiéndose en el primer caso conocido de este fenómeno en la historia cristiana.

San Francisco de Asís y el Mundo

San Francisco de Asís fue canonizado por el Papa Gregorio IX apenas dos años después de su muerte, en 1228. Su festividad se celebra el 4 de octubre.

El principal centro de veneración es la ciudad de Asís, en Umbría, Italia, donde sus restos descansan en la majestuosa Basílica Papal de San Francisco de Asís , declarada Patrimonio de la Humanidad. La Basílica está dividida en dos iglesias: la inferior y la superior, ambas famosas por sus frescos que narran su vida y su legado. Además, la pequeña iglesia de Santa María de los Ángeles (la Porciúncula), que Francisco restauró y donde fundó la Orden, se ha convertido en otro importante lugar de peregrinación.

San Francisco es venerado como Patrono de los animales, los ecologistas y los comerciantes, y su carisma sigue vivo a través de la vasta familia franciscana. La orden religiosa con más miembros en el mundo, que continúa sirviendo a la Iglesia y al prójimo con alegría y sencillez.

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