Juan significa: «Dios es misericordioso».

Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio.
SAN JUAN el Evangelista, a quien se distingue como «el discípulo amado de Jesús» y a quien a menudo le llaman «el divino» (es decir, el «Teólogo») sobre todo entre los griegos y en Inglaterra, era un judío de Galilea, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, con quien desempeñaba el oficio de pescador.

Junto con su hermano Santiago, se hallaba Juan remendando las redes a la orilla del lago de Galilea, cuando Jesús, que acababa de llamar a su servicio a Pedro y a Andrés, los llamó también a ellos para que fuesen sus Apóstoles. El propio Jesucristo les puso a Juan y a Santiago el sobrenombre de Boanerges, o sea «hijos del trueno» (Lucas 9, 54), aunque no está aclarado si lo hizo como una recomendación o bien a causa de la violencia de su temperamento.

Se dice que San Juan era el más joven de los doce Apóstoles y que sobrevivió a todos los demás. Es el único de los Apóstoles que no murió martirizado.