Un anticipo de la alegría navideña en Adviento
Domingo Gaudete
El tercer domingo de Adviento se conoce como Domingo Gaudete, que significa «alegraos» en latín. Este día nos invita a un anticipo de la alegría de la Navidad, en medio del tiempo de preparación y espera.
¿Por qué es un domingo de alegría?
- La cercanía de la Navidad: Como explica el Cardenal Joseph W. Tobin, Arzobispo de Newark, en su carta pastoral «Gaudete in Domino semper», este domingo nos recuerda que el Señor está cerca. La Navidad, con su mensaje de esperanza y salvación, está a la vuelta de la esquina.
- El color litúrgico: El rosa, usado en este día, simboliza la alegría y la esperanza. Rompe con el morado propio del Adviento, anticipando la fiesta que se aproxima.
- La antífona de entrada: «Gaudete in Domino semper» (Filipenses 4, 4-5) nos exhorta a la alegría constante en el Señor, un llamado a vivir con gozo la espera del Salvador.
Vivir el Gaudete
El Domingo Gaudete nos llama a intensificar nuestra preparación para la Navidad. No se trata solo de fiestas y regalos, sino de acoger a Jesús en nuestros corazones.
- Conversión: Adviento es tiempo de arrepentimiento y cambio. Acercarnos al sacramento de la reconciliación nos dispone a recibir al Niño Dios con un corazón renovado.
- Oración: Dedicar tiempo a la oración nos permite encontrarnos con Dios y profundizar en el misterio de la Encarnación.
- Caridad: Compartir con los más necesitados es una forma concreta de vivir el espíritu navideño.
El Domingo Gaudete en la liturgia
La liturgia de este domingo resalta la alegría:
- Las lecturas: Nos hablan de la alegría del encuentro con Dios y de la esperanza que trae la salvación.
- El canto: Los cantos son más alegres y festivos, invitándonos a la alabanza y la acción de gracias.
- La decoración: En algunas iglesias se enciende la vela rosa de la corona de Adviento, símbolo de la alegría que se avecina.