
Un mes de pontificado de León XIV
León XIV y el comienzo de una nueva era en el Vaticano
Al cumplirse el primer mes de su pontificado, el Papa León XIV, nacido como Robert Francis Prevost, ha comenzado a trazar las líneas de lo que será su liderazgo al frente de la Iglesia Católica. Desde su elección el pasado 8 de mayo de 2025, el primer Papa estadounidense y también ciudadano peruano, ha marcado un tono de continuidad con su predecesor, el Papa Francisco, al tiempo que imprime su propio estilo, caracterizado por un llamado a la unidad, la cercanía y la credibilidad de la Iglesia en un mundo herido.

El pontificado de León XIV se inauguró con la tradicional misa «Pro Ecclesia» en la Capilla Sixtina el 9 de mayo, donde delineó los que serían los pilares de su ministerio: una Iglesia abierta a todos, especialmente a los que sufren, y un firme llamado a la paz. Este mensaje fue reiterado en sus primeras homilías y audiencias, en las que ha enfatizado la importancia de la misericordia y el perdón.
Agenda del Papa
Durante este primer mes, la agenda del nuevo Pontífice ha estado marcada por una intensa actividad. Ha mantenido encuentros con diversos dicasterios de la Curia Romana, buscando familiarizarse con el funcionamiento interno del Vaticano. Asimismo, ha recibido en audiencias a distintos grupos, desde ciclistas del Giro d’Italia hasta los participantes en los Capítulos Generales de diversas órdenes religiosas y movimientos eclesiales como el Camino Neocatecumenal.
Un gesto significativo de su incipiente papado fue la ordenación de once nuevos sacerdotes para la diócesis de Roma, retomando una tradición y subrayando su rol como Obispo de Roma. En su homilía, instó a los nuevos presbíteros a ser servidores humildes y cercanos al pueblo, lejos de cualquier aspiración de poder o privilegio.
Legado en Latinoamérica
León XIV, quien fuera misionero en Perú durante muchos años, ha hecho gala de su profundo conocimiento de la realidad latinoamericana y ha expresado su preocupación por los más vulnerables.7 Su doble nacionalidad, estadounidense y peruana, le confiere una perspectiva global única, siendo el segundo Papa originario del continente americano.
Analistas vaticanos describen a León XIV como un hombre de carácter moderado, un constructor de puentes que escucha atentamente antes de tomar decisiones. Su experiencia como Prefecto del Dicasterio para los Obispos bajo el Papa Francisco le proporcionó un conocimiento detallado de la situación de la Iglesia a nivel mundial.
En sus discursos, ha abordado temas de actualidad como la necesidad de una «ecología integral» y ha mostrado su preocupación por los conflictos que azotan al mundo. Su primer mes sugiere un pontificado que buscará fortalecer la unidad interna de la Iglesia para que esta pueda ser un faro de esperanza y credibilidad en un mundo fragmentado.
Apenas un mes después de la fumata blanca, León XIV ha comenzado a dejar su impronta. Con un estilo sereno pero firme, busca guiar a la Iglesia Católica en un período de grandes desafíos, manteniendo el rumbo de una Iglesia en salida, cercana a las periferias existenciales y geográficas. El mundo observa con atención los próximos pasos de este nuevo capítulo en la historia del papado.
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