Misa de Envío del II Sínodo Arquidiocesano

Tras un proceso de escucha, discernimiento y planificación pastoral, la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala culminó hoy el II Sínodo Arquidiocesano con una multitudinaria Misa de Envío celebrada en la Catedral Metropolitana.

La jornada, calificada como un evento de «unidad y compromiso eclesial», inició con una gran peregrinación donde cientos de fieles de las distintas vicarias convergieron desde varios puntos de la capital hacia la Plaza de la Constitución, frente a la Catedral.

  • Vicaria de la Santa Cruz – Amarillo
  • Vicaria Nuestra Señora de Guadalupe – Verde
  • Vicaria Nuestra Señora de la Asunción – Azul – y Vicaria Nuestra Señora del Rosario – Rojo
  • Vicaria Inmaculada Concepción – Celeste y Vicaria Santo Hermano Pedro – Gris
Imagen-de-WhatsApp-2025-10-26-a-las-22.29.17_76e08769 Misa de Envío del II Sínodo Arquidiocesano

La Misa de Envío marca el inicio público de la renovación de los proyectos pastorales. Las conclusiones y propuestas sinodales fueron entregadas al arzobispo, Mons. Gonzalo de Villa, y a la comunidad, para luego integrarse en la liturgia de envío de los proyectos operativos en cada parroquia.

El Proceso Sinodal de la Arquidiócesis

Hemos tenido el Sínodo Arquidiocesano, hemos tenido la preparación de este sínodo durante 3 años. Hemos realizado asambleas, encuentros, encuentros por parroquias, decanatos, por vicarías. Hemos tenido a lo largo de estos 3 años un darnos cuenta de nuestra realidad como Iglesia Arquidiocesana.

Podemos recordar que hace 33 años en este mismo lugar presidió Monseñor Próspero Penados el final del primer Sínodo Arquidiocesano, a finales del siglo XX, el año 1992. 33 años después estamos llegando a este día, y en este día le estamos dando gracias a Dios por todo lo que hemos podido celebrar, examinar, analizar y agradecer.

La Sinodalidad Universal

En paralelo hemos tenido un proceso sinodal a nivel universal que convocó en su momento el querido y difunto ya Papa Francisco. Ha habido una palabra como mágica que nos ha tocado: es la palabra sinodalidad. Una palabra que hace 10 años nadie había oído, y hoy esa palabra nos resuena y sinodalidad nos suena a lo que literalmente significa: caminar juntos, caminar juntos anunciando el Evangelio.

Es una celebración de gratitud en que nos encontramos sabiendo que hoy nos presentamos delante del Señor no con las manos vacías, sino con las manos con sudor, llenas del encuentro con hermanos, llenas de trabajo, de afanes, de esfuerzos, y darle gracias al Señor por este proceso sinodal que ha terminado en este día y que a partir de hoy comienza una nueva singladura, un nuevo proceso en el que vamos a seguir caminando, anunciando y creyendo en el Evangelio.

Tres Estampas del Evangelio

1. Vengan y vean

  • Aparece el llamado de los primeros discípulos. Ellos oyeron hablar de Jesús, lo buscaron y comenzaron a seguirle.
  • Jesús les dijo: «¿Qué buscan?» Solo supieron decirle: «¿Dónde vives?» Y él le respondió: «Vengan y vean«.
  • La invitación que a partir de hoy nos llega es que vayamos y veamos, que veamos lo que Jesús quiere que veamos, no la pantallita del celular, sino que veamos con los ojos de frente a dónde Jesús quiere que pongamos la mirada.
  • Jesús nos está pidiendo que vayamos con él, que vayamos a ver dónde vive y que pasemos la vida con el Señor.

2. Tu fe te ha salvado (Lucas 18)

  • La estampa del ciego de Jericó. Él clama diciendo: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!»
  • La gente lo quiso callar porque estaba estorbando, pero él siguió insistiendo. Nosotros también podemos correr el riesgo de que nos quieran callar, pero no debemos callar, debemos gritarle todavía más.
  • Jesús le pregunta: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego respondió: «Señor, que recupere la vista.»
  • Nosotros tenemos que decirle al Señor: queremos que nos hagas recuperar la vista, que podamos mirar al frente, que sepamos reconocer aquello que Tú quieres que veamos.
  • Jesús nos dice: «Tu fe te ha salvado.» Es la fe la que nos salva, la que nos levanta, la que nos convoca como iglesia y nos invita a seguir este camino sinodal.

3. Denle ustedes de comer (Multiplicación de los panes)

  • La gente seguía a Jesús a pie y lo encontraron. El Evangelio nos dice una frase muy hermosa: «Cuando Jesús se dio cuenta, sintió compasión de ellos.»
  • Jesús siente compasión por esta Guatemala que sufre por la violencia y por la pobreza. Jesús se compadece, Jesús quiere darnos la mano, Jesús quiere levantarnos.
  • Los discípulos quisieron que Jesús despidiera a la gente, para no tenerse que ver en el compromiso de darles de comer. Sin embargo, Jesús les va a decir: «Denle ustedes de comer«.
  • Es una referencia a la Eucaristía, pero también una referencia a que encontremos la ocasión para caminar buscando ayudar, buscando sentir compasión por otros, buscando ser una iglesia misionera, una iglesia que camina, que abraza, que tiende la mano, que levanta.
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