
Jesús camina junto a su pueblo de Chuimekena; Cuaresma y Semana Santa en Totonicapán

Por: Jason Alejandro Racancoj Ulin
“Y a la cuarta vigilia de la noche vino Él hacia ellos, caminando sobre el mar. Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que Soy Yo; no temáis.»” Evangelio de San Mateo 14: 25-27
La piedad del departamento de Totonicapán enmarca un arraigo de fe y un sincretismo de devoción únicos, cada municipio se engrandece al momento de vivir sus manifestaciones de fe, que han heredado por generaciones.

Totonicapán es una tierra de una belleza natural, rodeada de árboles propios de un clima frio, su arquitectura refleja un pasado colonial y rural que se contrasta con un urbanismo emergente; su comercio y agricultura siguen siendo los pilares económicos principales y sus habitantes siguen siendo cálidos y llenos de costumbres y tradiciones que invitan a conocer de cerca esta bendita tierra tan devota.

Las mayores devociones de los totonicapenses son los patronazgos de cada uno de sus bellos municipios, dentro de ellos se encuentra el santo patrón de San Andrés Xecul, ya que este bello municipio venera una reliquia del Santo Apóstol de Cristo, San Andrés. El municipio de San Andrés Xecul es visitado para la época de cuaresma especialmente el cuarto viernes de cuaresma por varios feligreses que van en busca del Señor de Acapetahua.

“Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin. Felices los que lavan sus ropas, porque así tendrán acceso al Árbol de la Vida, y se les abrirán las puertas de la ciudad.” Apocalipsis 22:13,14

El cuarto viernes de cuaresma se celebra en Guatemala al Señor de Acapetahua que es una representación mexicana del Señor de Esquipulas, específicamente de la parte del antiguo Soconusco y que llegó al occidente del país arraigándose en los pueblos de la región del occidente guatemalteco.

Dicho viernes cambia la dinámica del vía crucis acostumbrado en San Andrés Xecul, cambiando la imagen de Jesús Nazareno por la imagen del Señor de Acapetahua quien es acompañado de la Santísima Virgen de Dolores desde su templo en la cima del Calvario; realizando el rezo de las estaciones del vía crucis; está actividad es muy concurrida por el pueblo xeculense, ya que participan las comunidades filiales a la parroquia.

El Señor de Acapetahua está adornado de manera especial ya que su cruz está cubierta por la tradicional palma de ramo y en las puntas lleva amarradas flores de bugambilia, haciendo alusión a la alegoría del «Árbol de la vida» y dentro de la cosmovisión maya K’iche’ es un símbolo de sincretismo ya que representaba la «Cruz Foliada» que simboliza el árbol de la vida maya, el cielo, la tierra, el inframundo y sobre todo los cuatro puntos cardinales.



Adentrándonos más al oriente encontramos el municipio de San Cristóbal, mismo que posee uno de los mayores tesoros arquitectónicos de Totonicapán, como lo es la Iglesia de San Cristóbal y su convento, ubicada en el barrio de Santiago, dicho templo es la segunda iglesia que fundan los castellanos a su paso por Guatemala después de la Ermita de Salcajá, dejando uno de los hermosos tesoros coloniales, la iglesia posee una exquisites de retablos, de imaginería y la edificación misma conjuntamente con su convento son dignos de cualquier postal, pero que realza su riqueza artística en semana mayor.

El Lunes Santo por noche se realiza una casi extinta tradición en el país, la solemne procesión de la Reseña que recorre las calles del municipio, está procesión tiene como fin reseñar la pasión de Nuestro Señor Jesucristo por medio de la plástica, mediante antiguas y veneradas imágenes que son parte de ese tesoro colonial artístico del municipio, durante la Reseña casi todos los pasos de pasión llevan banda propia.




Entre las imágenes que integran la Reseña están: San Pedro Apóstol, Jesús de la Columna, Jesús de la Humildad, Jesús de la Paciencia, Jesús Nazareno «Cristo Rey», Santísima Virgen de Dolores, San Juan Apóstol, Santa María Magdalena y Santa Verónica. En la antigüedad solo para las procesiones de Reseña se llevaba banda, ya que después de Jueves Santo se hacían las procesiones de Silencio, exceptuando la de Viernes Santo ya que el Santo Entierro era el único que utilizaba.



“Hagamos la guerra al que nos reprende porque violamos la Ley; nos recuerda cómo fuimos educados y nos echa en cara nuestra conducta. Pretende conocer a Dios y se proclama hijo del Señor. Si el justo es hijo de Dios, Dios le ayudará y lo librará de sus adversarios. Sometámoslo a humillaciones y a torturas, veamos cómo las acepta, probemos su paciencia.” Sabiduría 2: 12,13-18,19



Estás procesiones datan de Siglo XVIII, la procesión de la Reseña significaba reseñar la pasión de Nuestro Señor en la cual salían todos los pasos de la pasión entre ellos las imágenes de Jesús en el Huerto, del Pensamiento o de la Paciencia, Jesús de la Humildad conocido como Jesús recogiendo sus vestiduras o Jesús de las tres caídas coloquialmente en el occidente del país, y Jesús Nazareno que actualmente existe una gran devoción alrededor de estas imágenes nazarenas quienes son las que llevan las andas más grandes dentro de los cortejos procesionales, siendo Jesús Nazareno la principal imagen en la Reseña de San Cristóbal Totonicapán.

La Reseña de la Pasión se realizaban en todo el país y se precedían por un sermón predicado por un Sacerdote preparado en el arte de la Oratoria, las Reseñas salían a partir del Domingo de Ramos a medio día hasta Miércoles Santo en la mañana ya que iniciaba el triduo pascual y las procesiones de penitencia o silencio.

Se tienen registros de las Reseñas en Quetzaltenango con el Divino Justo Juez de la Catedral, en Concepción Chiquirichapa, en Totonicapán con el Nazareno de Chuimekena, en San Cristóbal Totonicapán y también en la Antigua Ciudad de Santiago de los Caballeros con Jesús de la Merced y Jesús de Candelaria, estás procesiones de la reseña desaparecen alrededor del siglo XX, siendo la Reseña de San Cristóbal Totonicapán la única que sigue vigente como en antaño se realizaba.

El nombre original de Totonicapán es “Chuimekena”, palabra k’iche’ que significa “Sobre el Agua Caliente”, por las aguas termales y sulfurosas que existen en la parte baja de la ciudad prócer. Por su parte Totonicapán, procede del náhuatl “Totonilco” que significa “Agua Caliente” y “Pan” que significa “Arriba” por lo que se denomina “Arriba en el Agua

El municipio de San Cristóbal celebra a dos santos como patronos, siendo el más evidente San Cristóbal de Licia, el otro es Santiago Apóstol; dicho apóstol de nuestro Señor es santo patrono de otro de los municipios del departamento de Totonicapán, siendo este el municipio de Momostenango.


Los tradicionales ponchos de lana, sus deliciosos aguacates o sus aguas termales nos trasladan mentalmente a Momostenango, un municipio al norte del departamento que si bien es conocido por lo antes mencionado lo es más por sus famosos Riscos de Momostenango, los riscos son formaciones del terreno de arenisca y minerales que forman curiosas figuras verticales, dichas formaciones se crearon a causa de las erosiones en la tierra, a lo largo de muchos años.
A diferencia de los riscos que se formaron ya hace muchos años, existe una hermandad de reciente fundación que vino a implementar nuevamente una devoción dentro del departamento, esta reciente hermandad fundada por iniciativa de la juventud y con una visión renovadora pusieron el Miércoles Santo en el mapa devocional con Jesús Nazareno de las Misericordias.

“Dios es fiel, el que los ha llamado a esta comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, que se pongan todos de acuerdo y terminen con las divisiones; que encuentren un mismo modo de pensar y los mismos criterios.” 1ra Carta a los Corintios 1:9,10
Jesús Nazareno de la Misericordias es una bella talla que saliera de las manos del hondureño Salvador Posadas entre los años de 1910 a 1911, dicha imagen fue una donación del expresidente Manuel Estrada Cabrera al pueblo de Momostenango y especialmente a los milicianos, esta bella imagen tendría previamente como destino la ciudad de Quetzaltenango, pero el expresidente deseaba una imagen con rasgos más caucásicos para su ciudad natal; por lo que Estrada lo dono de manera pública en un gesto de gratitud, algo que fue recibido con gran júbilo por toda la población de Momostenango.

La imagen que finalmente llego a Xelajú fue la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de San Juan de Dios “Protector de Quetzaltenango” a quien coloquialmente se le conoce como “El Canchito”, al cumplirse el centenario de la Hermandad del Nazareno quetzalteco en un acto histórico para la región el Nazareno de Momostenango llegaría a la Rectoría de San Juan de Dios, estando por primera vez en un mismo templo las dos imágenes que salieron de las manos de Salvador Posadas y que fueran donadas por Manuel Estrada Cabrera.
La joven hermandad del Miércoles Santo momosteco no solo unió el pasado con el presente, a dos Nazarenos o a dos hermandades sino también unifico a dos departamentos que siempre han sido hermanos como lo es Quetzaltenango y Totonicapán.

Al hablar de unificación de los pueblos en Totonicapán es pensar en sus 48 cantones o Atanasio Tzul con su visión de unificación; pero no hay mayor elemento de unidad en la ciudad prócer que la enorme devoción a su santo patrón San Miguel Arcángel, el príncipe de las milicias celestiales está tan arraigado a Toto, que no se puede pensar uno sin el otro, en el mes de mayo y septiembre recibe a sus feligreses que le veneran año con año esperando la fortaleza de Dios como una vez la recibió Jesucristo de un ser angelical.

«Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» Entonces se le apareció un ángel del cielo para animarlo. Evangelio de San Lucas 22: 42-43

En Jueves Santo da inicio el triduo pascual y con él, el sufrimiento de Cristo desde el Huerto de Getsemaní hasta el Santo Sepulcro, Jesús Nazareno de Chuimekena tiene su velación en el interior del templo del Calvario, de donde posteriormente será trasladado hacia la Co-Catedral al filo de las 10 de la noche, este traslado nos recuerda el prendimiento de nuestro Señor y su vaivén entre burócratas, religiosos y políticos.



El reloj marcará las seis de la mañana y los fieles devotos iniciarán con la formación de turnos, los caballeros se revestirán con su túnica morada y su larga capa blanca que distingue al cucurucho totonicapense y las damas portarán su tradicional indumentaria, dando inicio así al solemne cortejo procesional de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Chuimekena, la Venerada Imagen de la Santísima Virgen de Dolores y de la Venerada Imagen de Santa Verónica.




Durante el cortejo procesional se estará rezando muy devotamente el santo viacrucis, el Nazareno de San Miguel es acompañado por un coro para los cantos correspondientes a cada estación y por su banda de música sacra; Jesús recorrerá las principales calles y avenidas de la ciudad prócer, donde a su encuentro habrá alfombras, altares y sobre todo fieles que recordaran la pasión de Cristo; la consagrada imagen ingresará a la Co-Catedral de San Miguel al filo de la una de la tarde.






Tres de la tarde, el Señor Sepultado se encuentre crucificado en el interior de su Co-Catedral, los santos oficios y posteriormente la adoración de la cruz serán realizados a sus pies; Totonicapán reza el credo con los ojos puestos en su Consagrado Señor.


Pasando los santos oficios, se realizará el descendimiento del Señor, quien será trasladado a sus andas procesionales que fueron ingresadas ya a la iglesia, sus cucuruchos ingresaran al templo, la cruz será llevada con el toque del silencio, la Santísima Virgen de Dolores espera que su hijo sea colocado en su trono y así poder salir a bendecir a su amado Totonicapán.


El santo entierro dará inicio a las cinco de la tarde donde recorrerá las antañonas calles de Totonicapán, las enormes filas de los cucuruchos ahora revestidos de túnica negra, pero manteniendo su capa blanca desbordarán devoción, respeto y solemnidad, porque Cristo a entregado su vida por nosotros.




La Santísima Virgen de Dolores recibirá el consuelo de sus devotas que la acompañaran en poz de su hijo; durante el recorrido se percibirá el misticismo y la solemnidad; en filas no se podrá ingerir alimentos o bebidas, tampoco se podrá salirse de mismas o entablar conversaciones, porque se la tradición ha dictado que es un tiempo de penitencia y reflexión por la muerte de nuestro Señor.



Al caer la media noche se escuchará en el interior del templo cocatedralicio la granadera para posteriormente culminar el enterramiento de Jesús.




En el amanecer de un Sábado Santo es signo que se acompaña a Nuestra Señora en su Soledad en busca del hijo amado, porque la madre que ha dicho ser la esclava del Señor lo demuestra aún en su Soledad que recorre las calles totonicapenses.

¡Oh, Señor! Tú que caminas con tu pueblo de Chuimekena, en esta bendita tierra de Totonicapán, donde las aguas calientes murmuran historias de antaño. Tú que pisaste el mar, que tus discípulos llenos de asombro, te vieron caminar sobre el agua como símbolo de fe. En cada cuaresma y la Semana Santa, nos reunimos en devoción, bajo tu benevolencia protector de Chuimekena, tierra ancestral, donde el agua termal nos purifica y nos recuerda la fuerza de la fe que hierve en nuestros corazones.

¡Que resuenen el tun con la chirimilla y se levante el alma del pueblo de Totonicapán junto con las andas, que la semana santa nos llama a caminar con el que camino sobre las aguas mar y ahora sobre el agua termal; como hermanos recorramos los senderos de la esperanza para contemplar juntos la gloria de su Resurrección!