
La comunicación eleva a Jesús
Cada año, la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (JMCS) en el domingo anterior a Pentecostés. Este año la Providencia ha querido que esta jornada tan significativa coincida con la Solemnidad de la Ascensión del Señor, uniendo así dos eventos de profunda relevancia teológica y pastoral: la elevación de Jesús al cielo y la misión de difundir su mensaje hasta los confines de la tierra.
La coincidencia de ambas celebraciones no es menor; por el contrario, ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre la intrínseca relación entre la comunicación divina y la comunicación humana, y cómo la Ascensión de Cristo impulsa la misión evangelizadora de la Iglesia en el vasto y complejo mundo digital.
La Ascensión: El Impulso de la Misión Comunicadora
La Solemnidad de la Ascensión del Señor, que conmemora el momento en que Jesús resucitado asciende al cielo para sentarse a la derecha del Padre, no es un adiós, sino un envío. Como nos recuerdan las Escrituras (Hechos 1, 8), antes de su Ascensión, Jesús encargó a sus discípulos: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.» Este mandato es, en esencia, la primera y más grande orden de comunicación.
Desde una perspectiva católica, la Ascensión marca el inicio de la misión de la Iglesia. Ya no es Jesús quien está físicamente presente, sino sus discípulos, capacitados por el Espíritu Santo, quienes deben llevar su mensaje de salvación. En este sentido, la Ascensión se convierte en el motor teológico de toda comunicación eclesial. Es el «ida y predica» que resuena a lo largo de los siglos y que hoy encuentra nuevas resonancias en los lenguajes y plataformas de la comunicación digital.
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: Un Llamado a la Comunicación Auténtica
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales fue instituida por el Concilio Vaticano II, a través del Decreto Inter Mirifica (1963), como una forma de sensibilizar a los fieles sobre la importancia de los medios de comunicación y su uso responsable para la evangelización y la construcción del bien común. Desde entonces, cada año, el Santo Padre publica un mensaje que orienta la reflexión sobre un aspecto específico de la comunicación.
Este año, al coincidir con la Ascensión, el mensaje papal (cuyo tema exacto para 2025 sería revelado en la primera parte del año) seguramente enfatizará la necesidad de una comunicación que, inspirada en el ejemplo de Cristo, sea:
- Verdadera y auténtica: En un mundo de fake news y desinformación, la Iglesia está llamada a comunicar la verdad con caridad.
- Encarnada y cercana: Como Jesús se hizo hombre para comunicarse con nosotros, la comunicación eclesial debe ser cercana a la vida de las personas, a sus alegrías y sus sufrimientos.
- Esperanzadora y constructiva: Frente a la polarización y el desaliento, los comunicadores católicos tienen el desafío de sembrar esperanza y construir puentes de diálogo.
- Misionera y evangelizadora: El objetivo último de la comunicación de la Iglesia es anunciar a Cristo y su Evangelio, haciendo accesible la Buena Nueva a todos.
Fuentes Católicas que Fundamentan esta Reflexión:
- Concilio Vaticano II:
- Decreto Inter Mirifica (1963): El documento fundacional que establece la JMCS y la visión de la Iglesia sobre los medios de comunicación social. Enfatiza la necesidad de que los católicos utilicen estos medios para el bien y la evangelización.
- Constitución Dogmática Lumen Gentium (1964): Si bien no se enfoca directamente en la comunicación, subraya la misión universal de la Iglesia y la llamada a la santidad de todos los fieles, lo que implica una comunicación de la fe en todos los ámbitos de la vida.
- Mensajes de los Papas para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: Cada año, los Romanos Pontífices han profundizado en diversos aspectos de la comunicación, desde la ética en los medios hasta la inteligencia artificial, siempre con una perspectiva evangélica. Estos mensajes son una fuente riquísima de magisterio en el campo de la comunicación.
- Papa Francisco: Sus mensajes han enfatizado constantemente la importancia del encuentro, la escucha, la proximidad y la salida a las periferias existenciales en la comunicación. Ejemplos relevantes incluyen los mensajes sobre «Ven y verás» (2021) o «Tejer la comunicación» (2023), que abordan la sinodalidad y el diálogo.
- Papa Benedicto XVI: Sus mensajes a menudo exploraron la verdad y la credibilidad en la comunicación, la importancia de la narración y el papel de las nuevas tecnologías.
- San Juan Pablo II: Fue un pionero en el uso de los medios de comunicación, y sus mensajes subrayaron la necesidad de una comunicación que promueva la verdad, la justicia y la dignidad humana.
- Catecismo de la Iglesia Católica: Proporciona los fundamentos teológicos sobre la misión evangelizadora de la Iglesia y la verdad revelada, que son el contenido esencial de toda comunicación católica. En particular, los artículos sobre la Ascensión (CCC 659-667) y la misión de la Iglesia son directamente relevantes.
- Documentos del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede: Este dicasterio es el organismo vaticano encargado de las comunicaciones, y sus documentos y publicaciones ofrecen directrices y reflexiones actualizadas sobre los desafíos y oportunidades de la comunicación en la Iglesia.
El Desafío de la Comunicación en la Era Digital
La coincidencia de la JMCS con la Ascensión del Señor nos llama a los católicos a ser «discípulos misioneros digitales». Los medios de comunicación actuales, con su inmediatez y alcance global, ofrecen plataformas sin precedentes para el anuncio del Evangelio. Sin embargo, también presentan desafíos: la superficialidad, la fragmentación del mensaje, la polarización y la tentación de caer en el ruido por el ruido.
En este día tan especial, la Iglesia renueva su compromiso con una comunicación que no solo informe, sino que también forme; que no solo conecte, sino que también convierta. Una comunicación que, inspirada en la Ascensión de Cristo, eleve el espíritu humano, impulse la esperanza y construya el Reino de Dios en el corazón de la sociedad digital. La tarea es grande, pero la promesa del Espíritu Santo es aún mayor: «Seréis mis testigos hasta los confines de la tierra.»