
María Santísima Auxilio de los Cristianos
María Auxiliadora, cuyo nombre completo es María Santísima Auxilio de los Cristianos, es una advocación mariana profundamente arraigada en la devoción católica, especialmente vinculada a la obra de San Juan Bosco y la Congregación Salesiana. Su historia, marcada por intervenciones milagrosas y una constante protección para los fieles, la ha convertido en un símbolo de esperanza y auxilio en momentos de dificultad.

Origen de la Advocación
La advocación de María Auxiliadora tiene sus raíces en la historia temprana del cristianismo, donde la figura de María ya era vista como una intercesora poderosa. Sin embargo, su auge y particularización se consolidaron en los siglos XVI y XIX.
Contexto Histórico Primitivo: Ya en el siglo IV, San Juan Crisóstomo usaba el título de «Auxilio de los Cristianos» para referirse a la Virgen María. Posteriormente, en el siglo XVI, el Papa Pío V, tras la victoria de la Liga Santa sobre la flota otomana en la Batalla de Lepanto en 1571, atribuyó el triunfo a la intercesión de la Virgen y añadió a las Letanías Lauretanas la invocación «Auxilium Christianorum» (Auxilio de los Cristianos). Esta victoria fue crucial para la cristiandad y consolidó la idea de María como protectora ante las amenazas.

El Impulso de San Juan Bosco: El gran impulsor y difusor de la devoción a María Auxiliadora fue San Juan Bosco (1815-1888), fundador de la Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora. Don Bosco tuvo una fe inquebrantable en la protección de la Virgen, a quien consideraba la verdadera fundadora y sostenedora de su obra.
En un momento de grandes dificultades para su naciente congregación, Don Bosco prometió construir un santuario en honor a María si ella lo ayudaba. Experimentó innumerables «milagros» y ayudas providenciales que atribuyó directamente a la intercesión de la Virgen. Para él, María Auxiliadora no era solo un título, sino una realidad palpable de la presencia materna de Dios en su vida y en la de sus jóvenes. De hecho, en 1862, Don Bosco afirmó: «La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que realmente tenemos necesidad de que la Santísima Virgen nos ayude a conservar y defender la fe cristiana».
El 9 de junio de 1868, Don Bosco consagró la Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia, que se convertiría en el epicentro de esta devoción.

Celebración y Culto
La fiesta de María Auxiliadora se celebra el 24 de mayo de cada año. Esta fecha fue elegida por el Papa Pío VII en 1815 para conmemorar su regreso a Roma después de haber sido encarcelado por Napoleón Bonaparte, atribuyendo su liberación a la intercesión de la Virgen.
El culto a María Auxiliadora se manifiesta de diversas maneras:
- Oraciones y Novenas: Se rezan novenas y oraciones específicas pidiendo su intercesión. La «Consagración a María Auxiliadora» es una oración muy popular entre sus devotos.
- Procesiones: En muchos lugares, especialmente en las casas salesianas, se realizan procesiones con la imagen de María Auxiliadora, especialmente el día de su fiesta.
- Peregrinaciones: La Basílica de María Auxiliadora en Turín es un importante centro de peregrinación para los devotos.
- Bendiciones: Se acostumbra bendecir con su imagen o medalla, invocando su protección.
Dónde se Venera
La devoción a María Auxiliadora se ha extendido por todo el mundo, gracias en gran parte a la obra de la Congregación Salesiana. Se venera de manera particular en:
- Basílica de María Auxiliadora en Turín, Italia: Es el santuario principal y corazón de la devoción salesiana a María Auxiliadora. Aquí se encuentran los restos de San Juan Bosco.
- Casas Salesianas en todo el mundo: Cada comunidad salesiana, ya sea escuelas, oratorios, parroquias o centros juveniles, tiene un profundo arraigo a María Auxiliadora. Es la patrona de la Congregación Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.
- Parroquias y Santuarios dedicados: Numerosas iglesias parroquiales y santuarios en todos los continentes están dedicados a María Auxiliadora. Ejemplos notables incluyen:
- España: Santuario de María Auxiliadora en Sevilla, Valencia, y numerosas capillas salesianas.
- América Latina: La devoción es muy fuerte. Se encuentran importantes santuarios en Argentina (Buenos Aires), Chile (Santiago), Brasil (São Paulo, Río de Janeiro), Colombia (Bogotá), México (Ciudad de México), Perú (Lima), y muchos otros países.
- Filipinas: La devoción es muy extendida y hay varias iglesias y santuarios importantes.
- Otros países: La presencia salesiana asegura la veneración en casi todas las naciones donde trabajan.

Fuentes Católicas Relevantes
Para comprender la devoción a María Auxiliadora, las siguientes fuentes católicas son fundamentales:
- La Biblia: Aunque no menciona explícitamente el título «Auxilio de los Cristianos», los pasajes sobre la Virgen María (por ejemplo, el Magníficat en Lucas 1:46-55, las Bodas de Caná en Juan 2:1-11) son la base de su papel intercesor.
- Catecismo de la Iglesia Católica: Proporciona la doctrina sobre la veneración a María y su papel en la salvación.
- Documentos de la Iglesia:
- «Marialis Cultus» (1974) del Papa Pablo VI: Exhortación apostólica sobre el culto a la Santísima Virgen María.
- «Redemptoris Mater» (1987) del Papa Juan Pablo II: Encíclica sobre la bienaventurada Virgen María en la vida de la Iglesia.
- Escritos de San Juan Bosco: Sus memorias y cartas son una fuente invaluable para entender su profunda relación con María Auxiliadora.
- La Historia de la Congregación Salesiana: Los anales y publicaciones salesianas documentan la extensión de la devoción y los «milagros» atribuidos a María Auxiliadora.
- Biografías de San Juan Bosco y otros santos salesianos: A menudo, estas biografías detallan la influencia de María Auxiliadora en sus vidas y obras.
- Devocionarios y oracionales católicos: Contienen las oraciones y novenas dedicadas a María Auxiliadora.
María Auxiliadora es más que una advocación es una expresión de la fe en la intercesión maternal de la Virgen María. Su historia está ligada a momentos cruciales de la cristiandad y al carisma de San Juan Bosco, la ha consolidado como un faro de esperanza y un auxilio constante para millones de católicos en todo el mundo, quienes encuentran en ella una madre y protectora en los desafíos de la vida.
