Santa Madre Teresa de Calcuta

La vida y el legado de la Madre Teresa de Calcuta

El 5 de septiembre, el mundo conmemora el aniversario de la muerte de una de las figuras más influyentes del siglo XX: la Madre Teresa de Calcuta. Esta fecha no solo marca el final de su vida, sino que también es un recordatorio de su incansable labor humanitaria y de su profundo compromiso con los más pobres entre los pobres. Su vida es un testimonio de fe, caridad y servicio desinteresado.


De Agnes a la Madre Teresa

Nacida como Agnes Gonxha Bojaxhiu el 26 de agosto de 1910 en Skopje, lo que hoy es Macedonia del Norte, Agnes creció en una familia de ascendencia albanesa profundamente católica. Desde muy joven, sintió una fuerte vocación religiosa. A los 18 años, dejó su hogar para unirse a las Hermanas de Loreto en Irlanda, una congregación conocida por su labor educativa. Después de un breve periodo de formación, fue enviada a Calcuta, India, donde tomó sus votos iniciales y adoptó el nombre de Teresa en honor a Santa Teresa de Lisieux.
Durante casi veinte años, la hermana Teresa enseñó historia y geografía en la escuela de Loreto en Calcuta. En 1944, se convirtió en directora del centro. Sin embargo, su vida daría un giro trascendental el 10 de septiembre de 1946, en lo que ella llamó el «llamado dentro del llamado». Mientras viajaba en tren, sintió una inspiración divina para dejar el convento y servir a los pobres que vivían en los barrios marginales de la ciudad.


Su obra: Las Misioneras de la Caridad

Tras recibir el permiso del Vaticano, la Madre Teresa fundó las Misioneras de la Caridad en 1950. Al principio, la congregación era pequeña, compuesta por ella y unas pocas exalumnas. Su misión era clara y simple: cuidar a los más desfavorecidos. Empezaron ayudando a los enfermos, a los moribundos, a los huérfanos y a los leprosos, a menudo recogiendo a personas de la calle para darles un lugar digno donde pasar sus últimos días.
Con el tiempo, la obra de la Madre Teresa creció exponencialmente. Sus centros, que incluían orfanatos, hospicios para enfermos de sida y clínicas de lepra, se extendieron por toda la India y, posteriormente, a nivel mundial. Su labor no solo consistía en ofrecer cuidados físicos, sino también en brindar consuelo, amor y dignidad a quienes la sociedad había olvidado. Su filosofía era que «hay que tocar a los pobres, porque no se puede tocar a los pobres si uno no los ama».


Canonización: De la bendita a la santa

La devoción y el reconocimiento de la Madre Teresa no se limitaron a su labor en vida. Tras su muerte el 5 de septiembre de 1997, su proceso de beatificación y canonización comenzó rápidamente. El Papa Juan Pablo II, quien tenía una profunda admiración por ella, la beatificó el 19 de octubre de 2003, un paso clave en el camino hacia la santidad.
El proceso de canonización requirió la verificación de un segundo milagro. El milagro atribuido a su intercesión fue la curación de un hombre brasileño que padecía múltiples tumores cerebrales. En 2015, el Vaticano reconoció este milagro y, el 4 de septiembre de 2016, el Papa Francisco la canonizó en la Plaza de San Pedro, declarándola Santa Teresa de Calcuta.


Por qué se recuerda el 5 de septiembre

El 5 de septiembre de 1997, la Madre Teresa falleció a los 87 años. En conmemoración de su vida y su legado, la Iglesia Católica y sus seguidores en todo el mundo recuerdan esta fecha. En 2005, el día de su muerte fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Caridad.
La fecha fue elegida para honrar a la Madre Teresa, quien dedicó su vida a servir a los demás y a difundir un mensaje de paz y compasión. Es un día para reflexionar sobre la importancia de la caridad y la ayuda humanitaria, y para inspirarse en su ejemplo de servicio desinteresado a los más vulnerables.
La Madre Teresa de Calcuta no solo fue una monja devota, sino un símbolo global de amor y esperanza. Su legado perdura a través de las Misioneras de la Caridad y en el corazón de millones de personas que continúan su misión de tocar a los pobres con el amor de Cristo.

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