
Visita a santa María la Mayor del Papa León XIV
El Papa León XIV concluyó un domingo de intensa actividad con una significativa visita a la Basílica de Santa María la Mayor, su última parada, para un profundo acto de veneración al icono mariano de la Salus Populi Romani, custodiado en la Capilla Paulina. Como nuevo padre y pastor del pueblo de Roma, el Pontífice eligió finalizar una jornada impregnada de la historia, las tradiciones y la actualidad de la Ciudad Eterna a los pies de la Virgen que, desde hace siglos, vela por sus habitantes.
La visita a la Capilla Paulina, que alberga el icono de la Virgen patrona de Roma, marcó el cierre de una tarde papal que había comenzado a las 16:00 horas con el homenaje de la Ciudad a los pies del Capitolio y continuó con la misa de toma de posesión en la cercana Iglesia de San Juan de Letrán.

El Papa León XIV llegó a Santa María la Mayor en papamóvil, donde fue recibido con una efusiva bienvenida de aplausos, cánticos y muestras de afecto, reflejo del entusiasmo que acompañó todos los eventos de este domingo.
Inmediatamente, el Santo Padre se dirigió a la Salus Populi Romani. En este momento de profunda piedad, el Papa León XIV confió a la Madre de Dios el inicio de su ministerio como Obispo de Roma. Al Sucesor de Pedro, la Virgen le pide que conduzca «la barca de la Iglesia hacia un puerto de paz, evitando los peligros» y que custodie la ciudad, consolando a aquellos que llegan a ella «sin techo ni defensa».
Desde el centro de la Basílica, el Papa impartió su bendición a todos los presentes y entonó junto a ellos la oración del Ave María en latín. Posteriormente, el Papa Prevost se dirigió a la multitud de fieles que lo habían recibido con una ovación de pie, compartiendo palabras espontáneas de gratitud: «Buenas noches a todos, gracias por estar aquí frente a esta Basílica esta tarde, esta noche, cuando todos celebramos juntos, como miembros de la Diócesis de Roma, la presencia de su nuevo obispo.»
La visita a Santa María la Mayor, añadió el Papa, representa «una hermosa oportunidad para renovar esta devoción a María, Salus Popoli Romani, que tantas veces ha acompañado al pueblo de Roma en sus necesidades».