
El escudo de León XIV
El recién entronizado Papa León XIV ha revelado su escudo pontificio, un emblema cargado de significado personal e historia agustiniana. El diseño, dividido diagonalmente en dos campos bien definidos, ofrece una ventana a la espiritualidad y las prioridades del nuevo pontífice.
La parte superior del escudo se distingue por un sereno fondo azul, sobre el cual florece un lirio blanco. Este símbolo, tradicionalmente asociado con la pureza y la realeza, podría interpretarse como una referencia a la Virgen María y a la dignidad del ministerio petrino.

La parte inferior, sobre un fondo claro, presenta una imagen profundamente ligada a la Orden de San Agustín: un libro cerrado atravesado por un corazón con una flecha. Esta poderosa representación visual evoca directamente la experiencia de conversión de San Agustín, tal como él mismo la describió con la conmovedora frase latina: «Vulnerasti cor meum verbo tuo», que se traduce como «Has traspasado mi corazón con tu Palabra». Esta imagen central subraya la primacía de la Palabra de Dios en la transformación personal y espiritual, un tema central en la teología agustiniana.
El Papa León XIV ha mantenido para su pontificado el mismo lema que eligió para su consagración episcopal: «In Illo uno unum». Estas palabras, tomadas de un sermón de San Agustín (la Expositio in Psalmum 127), expresan la profunda convicción de que «aunque los cristianos seamos muchos, en el único Cristo somos uno». Este lema resuena con el carisma de la Orden de San Agustín, históricamente comprometida con la unidad y la comunión dentro de la Iglesia.
En una entrevista concedida a los medios vaticanos en julio de 2023, cuando aún era el Cardenal Prevost, el ahora Papa León XIV profundizó en el significado de su lema. Explicó que «la unidad y la comunión forman parte del carisma de la Orden de San Agustín y también de mi forma de actuar y pensar. Creo que es fundamental promover la comunión en la Iglesia, y sabemos bien que comunión, participación y misión son las tres palabras clave del Sínodo. Por lo tanto, como agustino, para mí promover la unidad y la comunión es fundamental. San Agustín habla mucho de la unidad en la Iglesia y de la necesidad de vivirla».
La elección de este escudo y lema por parte de León XIV no es casual. Revela un pontífice profundamente arraigado en la tradición agustiniana, con una clara visión de la importancia de la unidad eclesial y la fuerza transformadora de la Palabra de Dios. Su escudo se erige así como un símbolo elocuente de su programa pastoral, un llamado a la unidad en Cristo y a la apertura del corazón a la acción divina.
