
Señor Sepultado de Santa Catalina
Señor Sepultado de Santa Catalina: un viaje a la historia y devoción de la imagen en sus Bodas de Plata de Consagración
La devoción en Guatemala se manifiesta de múltiples formas, pero pocas son tan impactantes y arraigadas como la veneración a las imágenes de Cristo. Entre estas, la del Señor Sepultado de Santa Catalina se alza como un ícono de fe, dolor y esperanza para miles de fieles. No es solo una escultura de madera; es el centro de una tradición que se remonta a siglos, un símbolo de la pasión de Cristo que conmueve a propios y extraños en cada Semana Santa.
Historia y Leyendas del Señor Sepultado de Santa Catalina
Se estima que la imagen se ubica en el siglo XVII, aunque aún no se conoce a su autor ni el año exacto de la talla. La tradición oral, sin embargo, le atribuye un origen milagroso y especial. Cuenta la leyenda que el Santo Hermano Pedro bajó la imagen de la cruz en el templo del Calvario y la trasladó al convento de las hermanas catalinas, ya que el mismo Cristo se lo pidió. Por esta leyenda, la imagen es también conocida como El Cristo del Hermano Pedro.
La imagen ha sido testigo de la historia de Guatemala, sobreviviendo a terremotos, conflictos y cambios sociales. Ha sido venerada en diferentes iglesias hasta encontrar su hogar definitivo en la iglesia de Santa Catalina, donde reside la mayor parte del año.
El 6 de Agosto de 2000 fue consagrada la imagen por Monseñor Próspero Penados del Barrio y y Monseñor Mario Enrique Ríos Montt.
Un Rostro que Representa la Pasión de Cristo
La imagen del Señor Sepultado de Santa Catalina, resguardada en la iglesia homónima en el corazón del centro histórico de la Ciudad de Guatemala, es una obra de arte y fe inigualable. Tallada en madera, la figura de Cristo yacente presenta una anatomía detallada y un rostro que evoca una profunda serenidad, a pesar del sufrimiento que representa. Sus ojos cerrados, sus labios entreabiertos y las marcas de la flagelación y la corona de espinas, todo contribuye a crear una imagen de Cristo en su estado más vulnerable y humano. La expresividad de la talla es tal que muchos devotos sienten una conexión directa con el sacrificio de Jesús.
La Procesión: Una Tradición Interrumpida y Renacida
La procesión de esta imagen tiene una historia particular. La realizaban en el siglo XIX, con su cortejo el Viernes Santo hasta 1899. A partir de 1900, la procesión cambió de día y se realizaba el Sábado Santo o Sábado de Gloria.
Luego de los devastadores terremotos de 1917-1918, la imagen dejó de salir en procesión por un largo periodo. Este hecho dio origen a la leyenda del Espanto Entierro, la cual narra que muchas personas escuchaban la procesión del Santo Entierro de Santa Catalina sin que en realidad estuviera en la calle. Después de casi un siglo de ausencia, la imagen volvió a salir en procesión en el 2012, retomando así su histórica tradición.